"Panchita", el águila pescadora anillada en 2011 en la ría del Eo, aprovechó la tregua tras los últimos temporales para emprender su viaje anual al bosque francés de Orleans. Ha llegado sana y salva, como vuelve a certificar su guardián francés, el naturalista Gilles Perrodin, que la fotografió este martes a primera hora de la tarde en el embalse de Ravoir.

El Fondo para la protección de los animales salvajes (Fapas) explica en su blog "Alerta Pescadora" que "Panchita" ha vuelto a apostar por una migración primaveral precoz, al contrario que "Virgilia", que sigue descansando en el Eo. El año pasado su primera fotografía en suelo francés fue tomada el 27 de febrero, también por Perrodin. En este caso también la han fotografiado Francis Couton y Philippe Coulon.

El Fapas explica que "Panchita" emprendió viaje a Orleans entre el 17 y el 22 de febrero "después de más de cinco meses de cómoda estancia en la ría". Apunta el colectivo que el ave debió aprovechar "las buenas condiciones meteorológicas" del último fin de semana para su viaje migratorio. La última foto de "Panchita" en el Eo fue el 16 de febrero, cuando la vieron reposando en uno de los posaderos de la orilla asturiana del estuario.

Aunque las primeras fotos recibidas desde Francia no son muy nítidas, el Fapas certifica que se trata de "Panchita", pues se reconoce la anilla con el número 82 que la diferencia de sus compañeros y permite realizar tan exhaustivo seguimiento. Aunque el águila pescadora logró esquivar los temporales, no tuvo la misma suerte el último nido que ocupó, ya que el árbol que lo soporta resultó muy afectado por el fuerte viento. "Por suerte, el árbol sigue en pie, por lo que su reconstrucción no supondrá un gran problema si "Panchita" decide volver a utilizarlo este año", precisan desde el Fapas.

En la última temporada de cría, "Panchita" tuvo dos machos y una hembra, que fueron anillados en Francia en julio del año pasado para proceder a su seguimiento. En lo que se refiere a las crías de la popular pescadora, el pasado octubre fue localizado uno de los retoños que tuvo en 2013. El fotógrafo Agostinho Gomes lo vio en la localidad portuguesa de Castro Marim. Lo que no se sabe es si este macho inverna en el Algarve portugués o solo hizo una parada en la zona. En todo caso, el Fapas lo califica de buena noticia, ya que la mortalidad de las pescadoras es alta durante el primer año de vida.