"Perla" ha vuelto a sorprender a sus dueños con un parto múltiple. Es una de las vacas de la ganadería de carne de Casa Periquín de Parajas, en Allande, y por segundo año consecutivo ha traído trillizos.
En esta ocasión, son tres machos idénticos, tanto en tamaño como en apariencia, que han logrado superar el parto y sobrevivir. "El parto fue muy bien, ni siquiera tuvo que asistir el veterinario, que se acercó después para conocer a las tres crías", explica el ganadero José Antonio Cortina. Fueron los propios dueños de la explotación, ayudados por algún vecino, los que se encargaron de asistir al parto de "Perla", que esta vez se adelantó ocho días sobre el calendario previsto.
Nuevamente fue una sorpresa recibir tres crías, y eso que sus dueños ya estaban prevenidos por el parto del año anterior. "Sabíamos que tenía más de una cría por el tamaño de la barriga, pero no nos imaginábamos que volvería a traer tres", comenta Mino Cortina. Aunque el parto se desarrolló con normalidad, la recta final del embarazo fue dura para el animal. Los dueños relatan que le costaba incorporarse y que apenas comía.
"Perla" cuenta con 10 años y hasta estos dos últimos partos nunca había tenido un embarazo múltiple. La explicación está en que tuvo que someterse a un tratamiento con implantes por problemas a la hora de entrar en celo. Aún así, el veterinario que asiste a la ganadería les aseguró que no dejaba de ser extraño que en dos embarazos seguidos se lograsen trillizos. "Nos dijo que dos veces seguidas era casi imposible que pasara, y que no ha visto ningún otro caso", comenta Cortina.
Ahora toca criar a los tres xatinos. Para ello, sus propietarios deben proveerse de biberón y paciencia para alimentarlos con leche comprada, ya que "Perla" solo puede amamantar a uno de ellos. "Hace ilusión cuando ves que nace más de un xato y todo va bien, pero da mucho trabajo".
Tienen que coordinarse para dar las tres tomas al día a los recién nacidos, una cada ocho horas. Pero antes deben preparar la leche, que tiene que estar a la temperatura justa para que no resulte ni muy fría ni muy caliente a los pequeños.
Sólo uno de los terneros consume la leche de su madre y para que siempre sea el mismo han tenido que marcarlo "porque esta vez son todos idénticos", subraya Cortina.
El año pasado, "Perla" trajo dos hembras y un macho, que la ganadería ya ha vendido en ferias locales.
