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Redtrelles, un "broker" de puerto de mar

El valdesano afincado en El Franco Roberto Redruello compatibiliza su trabajo en la sanidad con las inversiones bursátiles

Roberto Redruello, en el puerto de Tapia. G. GARCÍA

Con apenas unos céntimos se puede operar en los mercados financieros de Wall Street. El riesgo es mínimo y, en cambio, sacarles una rentabilidad produce una gran satisfacción. Bien lo sabe el valdesano afincado en El Franco, Roberto Redruello, experto "trader" e inversor, que compatibiliza esta faceta de hombre de negocios con su trabajo en la Sanidad pública. "Redtrelles", como se hace conocer en el mundo de las finanzas, reconoce que el "trading" es un buen complemento a su salario, y aspira a convertirlo en su dedicación exclusiva. "Hay que concebirlo como una profesión, no como un juego de azar o una ruleta", advierte.

Dos horas al día, un ordenador y una buena conexión a Internet le bastan a este inversor para operar en los principales mercados internacionales desde su vivienda, en plena zona rural. Se define como un "jornalero bursátil" que cada día realiza decenas de pequeñas inversiones en busca de la rentabilidad deseada. "Hay que gestionar el riesgo", apunta.

El mundo de las finanzas se cruzó en su camino con la crisis económica. Redruello encontró este "plan b" al tratar de buscar alternativas económicas viables. "La necesidad agudiza el ingenio. Comencé a indagar sobre la educación financiera. Yo tenía la imagen del 'trading' que tiene la mayor parte de la población: algo muy exclusivo, limitado a las personas con mucho dinero. Sin embargo, cuando comencé en este mundo me di cuenta de que la mayoría de la gente que hoy invierte a través de Internet son amas de casa, albañiles, personas que no tienen, en principio, una vinculación directa con la economía, pero gracias al aprendizaje comienzan a sacar un sueldo gracias a unas horas operando". Comenzó hace tres años y, de momento, todo va rodado.

Redtrelles combina su trabajo a turnos en un centro sanitario de la comarca con las operaciones en bolsa. El horario le permite estar frente a la pantalla de tres y media a cinco y media de la tarde, justo cuando abre la bolsa neoyorquina y miles de inversores inician una frenética actividad. "Son los momentos de mayor volatilidad", asegura. Redruello fomenta, además, el conocimiento de esta herramienta financiera en la zona, mediante cursos y tutoriales a través de las redes sociales. Es "broker" introductor. "Una de las cosas que me motivan es ayudar a salvar una de las carencias en la educación: la mayor parte de la gente no sabe lo que hacer con su dinero. Sólo se nos educa para trabajar y lograr un salario", considera. Por ello se muestra abierto a colaborar con cualquiera interesado en el "trading".

"Lo primero es formarse, y no dejarse llevar por 'vendedores de crecepelo'", recomienda. Él dedicó un año de su vida en aprender antes de invertir el primer céntimo. "La formación es un respaldo desde el sentido común, y ofrece más posibilidades de éxito". Un éxito al alcance de cualquiera, con disponer de tenacidad, constancia y cierta dosis de frialdad. "Los mercados se mueven por emociones, y hay que saber cuándo es bueno invertir, y cuándo retirarse", subraya.

Tras dos años en bolsa, y miles de operaciones detrás, Redruello está en condiciones de asegurar que "si logras una operativa que te dé rentabilidad, tienes el mejor trabajo del mundo: sin jefes, desde cualquier lugar del mundo, y de una manera muy sencilla".

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