Los padres de los niños de Buseco (Valdés) que han dejado de llevar a sus niños a la escuela tras un drástico recorte de la ayuda al transporte confían en que los escolares puedan retornar al centro la próxima semana. La familia recibió ayer una llamada de la Consejería de Educación (justo un día después del pleno de la Junta en el que se debatió el asunto), en la que se les informó de la intención de estudiar su caso y ofrecer una respuesta la próxima semana.
La familia solicitó el pasado 22 de febrero una reunión con el titular de Educación después de conocer que la ayuda individual al transporte que recibían se había reducido en 2.800 euros de un curso para otro. Según indican, no hubo respuesta hasta el día de ayer. Esa misma mañana habían enviado otro correo al consejero para solicitar una solución urgente.
Tanto Pedro como Antón Martín, de 10 y 7 años respectivamente, desean volver a las aulas. Ayer sus compañeros colgaron una pancarta en la escuela de Concernoso, dependiente del Colegio Rural Agrupado de Villayón, con el lema "Queremos que Antón y Pedro vuelvan al colegio".
"Lo único que pedimos es una solución justa", indicó ayer la madre de los alumnos, Ana García. La familia quiere optar a transporte público escolar y tratará de evitar las ayudas directas a la familia por hacerse cargo del transporte de sus hijos desde su casa hasta el centro donde están escolarizados.
En vista de la respuesta de la Consejería, las nueve asociaciones de padres y madres del Occidente que se solidarizaron con la familia de Buseco han desactivado sus movilizaciones. Estas asociaciones amenazaron con convocar una gran concentración para hacer visibles los problemas de la escuela rural. La vivienda de los niños de Buseco dista 15 kilómetros de su escuela por una vía en muy mal estado.
