La tinetense María Suceso Álvarez no puede imaginar su vida sin perros. Tiene a su cuidado a ocho y dice que, pese al esfuerzo físico y económico que supone tener a tan numerosa familia canina, no la cambia "por nada". Lo suyo con los perros llegó por un motivo de salud. Su hija, Soimara Cifuentes, es epiléptica. "El médico me recomendó tener perro. Desde entonces, todo fue mucho mejor", cuenta.

Ayer María Suceso Álvarez se acercó a la XXII Feria del Perro del Tineo para participar en las actividades. Se llevó a "Pandora", un caniche gigante de un once meses. "Los cuidados de ocho animales son muchos y ahora mismo me gasto unos 400 euros cada tres meses", dice. El esfuerzo compensa. "Son salud", dice mirando a sus perros con mimo.

Como María Suceso Álvarez, centenares de personas desafiaron ayer el frío y la nieve para participar en las actividades que ofrece el famoso certamen tinetense, con un concurso de pedigrí puntuable para el Campeonato de Asturias de la Sociedad Canina del Principado de Asturias.

Este año el programa tuvo más atractivos que en otras convocatorias. El director y también concejal Marcos da Rocha estimó la participación en los concursos con y sin pedigrí en más de un centenar de mascotas. Como novedad, se desarrollaron actividades para los perros que buscan hogar, en claro apoyo a las protectoras de animales y en concreto, a la recién creada en Tineo, "Huellas".

Las hermanas de Bodenaya (Salas) Ana Isabel y Cristabel Castro participaron en el concurso de pedigrí con sus perros. Cristabel decidió hace cuatro años estudiar para ser en el futuro juez canina. "Siempre me encantaron los perros y ésta es una oportunidad para disfrutar de ellos", opina. A la feria también asistieron amantes de los canes de otros lugares de Asturias. Ricardo García y su amigo Adrián García dejaron "muy temprano" su casa de Manzaneda, en Gozón, para asistir al concurso. Se llevaron a "Filipino", el bulldog francés que se convirtió en el "baby" del certamen. Con tres meses y medio, "se estrena desfilando".

"Zyro", de tres años y medio, también sorteó la nieve para acudir con su dueño, el gijonés Miguel Blanco, al recinto ferial de Tineo. Este rough collie participó por primera vez en la feria. "Tener perros te aporta muchas cosas: cariño, amistad y diversión", subraya Miguel Blanco.

A la cita tinetense no faltaron los perros de la Unidad Canina de Detección de Venenos del Principado de Asturias. Wenceslao Fernández y Ramiro Martínez acudieron con "Tifón" y "Brisa" para llevar un mensaje a la sociedad: no se deben utilizar venenos como la estricnina y los carbamatos, los que más aparecen en la región con fines dudosos.

En 2015 en Asturias esta unidad desarrolló 56 intervenciones, entre las operativas de búsqueda y las preventivas. En lo que va de año se actuó tres veces en Cabrales tras morir envenenados perros de caza. Wenceslao Fernández lanzó un mensaje de alarma: "Si el perro envenenado muerde a un jabalí y éste se come, el tóxico pasa al humano y hay riesgo de muerte".