La comarca occidental de Asturias, a pesar de su paisaje, cuenta tan sólo con el 6 por ciento de las empresas de turismo activo de la región. Según los datos oficiales, tan sólo un 1,4 por ciento de los visitantes de la comarca acceden a este tipo de actividades, cuando en el otro extremo del Principado esa cifra se eleva hasta el 13 por ciento. Los empresarios del sector creen que existe una pobre difusión de las alternativas de ocio que ofrece la zona, y piden una mejor organización que facilite al turista participar de todo lo que se ofrece. No obstante, también creen que en ese aislamiento, en esa soledad de los valles del Occidente, está el atractivo para quienes huyen de grandes centros turísticos. La bicicleta y las canoas son las actividades más demandadas.

Según recoge el Sistema de Información Turística de Asturias (SITA) en su último informe anual, el 61,3 de los viajeros que visitaron la región en 2014 se alojaron en la zona centro, mientras que un 28,8 lo hicieron en el Oriente, y un 9,9 en el Occidente. La comarca occidental tiene, además, la oferta hotelera más limitada, con unas 3.350 plazas repartidas en 150 establecimientos.

A Kaly Menéndez, un veterano del turismo activo en la cuenca del Navia, no le extraña el pequeño porcentaje de empresas del sector que hay en la comarca. "Si se tiene en cuenta las plazas de alojamiento que se ofrecen, van en proporción", considera. "La labor de las administraciones y de los alojamientos es ofrecer esa oferta que hay; con ello, se puede utilizar a las empresas de turismo activo como una alternativa más que puede ampliar la ocupación", cree Menéndez, que fija como primordial "facilitar al visitante todas las oportunidades de que dispone en el entorno".

"En muchas ocasiones la gente no tiene esa conciencia de que en Occidente se pueden realizar actividades, tanto como en el oriente de Asturias. Lo que ocurre es que los turistas llegan y se encuentran con la oportunidad de hacer la actividad. Pero muchas veces no cuentan con ello de antemano", asegura.

En la lista de peticiones, Kaly Menéndez apunta "una buena promoción de las actividades que se pueden realizar y de la comarca en su conjunto", así como una mejor organización para facilitar el acceso a todas las variables. "Sucede que se ofrecen para el mismo día dos o tres actividades distintas, pero después hay días en que no hay oferta", remata.

A Gustavo Pérez le está yendo bien en sus primeros pasos al frente de una empresa de turismo activo afincada en Navia. "La oferta podría ser mayor. Está claro", opina, añadiendo que "poco a poco se va mejorando, hay más interés por este aspecto". En muchas ocasiones, cuenta, los visitantes llegan a la zona por libre, y después "se va apuntando a las actividades". No es frecuente, en este caso, el uso de paquetes promocionales que unen alojamiento y actividades en el entorno natural.

Según lo que le dicta la experiencia, Pérez apunta a las rutas guiadas en bicicleta como el mejor recurso para incentivar este turismo. "Sobre todo las que van por la costa, tenemos una zona costera muy buena. Las rutas son sencillas, porque nos adaptamos a familias con niños", apunta.

Miguel Pérez, que tiene una empresa en Castropol, cree que la escasa presencia de este tipo de negocios no es algo negativo. "Hay visitantes que buscan lo no masificado. Si el segmento al que te diriges es aquel que no va a los grandes núcleos, aparece un nuevo mercado", apunta. "La soledad y la tranquilidad que te da irte a cualquiera de estos valles no te lo da el Oriente", afirma. En su caso, son los descensos en canoa y las rutas en bicicleta lo que más solicita el turista que se acerca a disfrutar de la naturaleza.