Cudillero vivió ayer el primer acto de una Semana Santa histórica. La villa pixueta se echó a la calle para celebrar los 25 años de vida de la Cofradía de Jesús Nazareno y San Pedro Apóstol, en un acto cargado de emoción que llenó hasta la bandera la iglesia parroquial. "Llegamos hasta aquí con buena salud, esperamos continuar así muchos años más", aseguró Manuel Alfredo Fernández Albuerne, cofrade mayor de un colectivo que aglutina a más de quinientas personas, y que ayer nombró miembro honorífico a Modesto Cuervo, por la labor realizada desde sus comienzos.

A principios de los noventa, con apenas 18 años, Fernández Albuerne decidió, junto con Manuel Bernardo Fernández, iniciar un camino, la creación de una cofradía, en el que no se esperaba llegar tan lejos. "Para nada pensaba que llegaría al día de hoy. Lo pienso y me emociono", reconoce. Se decidió por aquel entonces dedicar la cofradía a Jesús Nazareno, por la fe que el pueblo pixueto depositaba en esta imagen, y a San Pedro Apóstol, patrón de Cudillero. Los primeros años fueron difíciles, pero con ayuda de compañeros de otras localidades pudo crecer en cofrades y salir adelante.

"La Real Hermandad del Buen Jesús Nazareno de Luarca nos ayudó mucho. Yo pasaba horas y horas hablando con Evaristo Guardado, el hermano mayor, para que me aconsejase. La Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores de Avilés nos echó una mano con los hábitos, los capirotes, los verdugos, con los ropajes. Y de todas las visitas a Oviedo, terminamos manteniendo una buena relación con la Hermandad de Jesús Cautivo", recuerda el cofrade mayor pixueto. Todas ellas estuvieron presentes en el acto de aniversario de ayer, además de otros colectivos como la cofradía de San Juan y Piñera y el Coro Mixto San Pedro de Cudillero, reconocido por los anfitriones por su apoyo en todos los actos.

Homenaje sorpresa

El acto central de la jornada fue el nombramiento como cofrade honorífico de Modesto Cuervo, que apenas pudo articular unas palabras de agradecimiento, preso de la emoción del momento. No sospechaba nada. "Su trabajo ha sido constante, desde antes de que se crease esta cofradía. Siempre ha trabajado en la Semana Santa y en las fiestas patronales en todo lo referente a las procesiones. Y una vez comenzamos esta andadura, se volcó conmigo, involucrándose en todo", elogia Manuel Alfredo Fernández.

La cofradía pixueta, que quiso agradecer la ayuda que le prestan los vecinos, levó en procesión las imágenes de Jesús Nazareno y San Pedro Apóstol desde la iglesia parroquial hasta el puerto. Fue un anticipo perfecto a la Pascua en el concejo, de cuyos actos se encarga el colectivo. El alcalde, Ignacio Escribano, quiso transmitir, en nombre de la Corporación local, "el mayor respeto, admiración, ánimo, esperanza e ilusión para seguir otros 25 años, y muchísimos mas".

También dedicó palabras de cariño el párroco José Pérez Barcia, bajo cuyo amparo nació y creció la cofradía. "En la vida podemos equivocarnos, y es preciso mirar la ruta para saber si estamos en la buena dirección. Estos veinticinco años son una buena ocasión para ello", aconsejó el sacerdote, que deseó a los cofrades "mucha fuerza y convicción", para continuar con el camino emprendido hace un cuarto de siglo.