El Ministerio de Fomento ya ha puesto en marcha los trabajos en el desprendimiento producido en el pueblo de Porciles, en Salas, que ha invadido varios metros de la carretera nacional 634, futuro tramo de la Autovía del Suroccidente, que lleva cortada al tráfico desde el pasado 15 de febrero.

Las obras comenzaron el martes en la zona próxima al pueblo con la intención de sujetar el talud y asegurar las casas de la población salense, situadas a pocos metros del desprendimiento. Para ello, las máquinas trabajan en la construcción de una pantalla que sirva de sujeción compuesta por tubos metálicos de unos 20 metros de profundidad que permitirán estabilizar el terreno para proteger las casas y asegurar la zona, y así poder iniciar la retirada del material desprendido.

Este trabajo llevará al menos un mes de los seis que está previsto que dure la obra, que contará con un presupuesto de 2,5 millones de euros.

"Estamos ante un argayo de una envergadura muy importante, avanzó 74 metros hacia dentro y cogió una altura de 31 metros", explicó César Nespral, jefe de la Demarcación de Carreteras en Asturias, quien apuntó, además, que el argayo desprendió 6.000 metros cúbicos de tierra.

El jefe de la Demarcación de Carreteras visitó la zona del argayo acompañado por el alcalde de Salas, Sergio Hidalgo, y por el delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo, quien explicó que lo habitual para reparar un desprendimiento "es traer una pala, unos camiones, retirar la tierra y traer piedra gruesa y hacer una escollera, pero aquí hay que empezar por estabilizar el talud totalmente". Además de la pantalla de sujeción, se hará una franja de drenaje detrás de la misma "para evitar que el agua de las primeras capas del suelo vaya sobre la lengua del deslizamiento", explicó Nespral.

La vía permanecerá cerrada durante los trabajos, y el tráfico será desviado a la carretera vieja.