"Reservado, prudente, respetuoso, con la templanza que debería tener todo político, ambicioso para lograr el bienestar de los demás y no el propio, generoso, sencillo y con visión de futuro". Es la semblanza que de Ramón Rodríguez se dibujó en la tarde de ayer, en el acto institucional de despedida que brindó el Ayuntamiento de Villayón a su alcalde recién fallecido. Un acto en el que cientos de personas despidieron al hasta ahora el regidor más veterano de Asturias (76 años) que cumplió 36 años de gobierno. No faltaron sus vecinos, además de alcaldes de la comarca, compañeros de partido y de otras formaciones.

Montserrat Estefanía González, alcaldesa en funciones, se encargó de leer la declaración oficial, en la que se refirió a "la lealtad y la fidelidad" como las virtudes más preciadas por el Alcalde. "Siempre fue un hombre del Partido Popular, pero moderado, sin dejarse llevar por las corrientes", apuntó González, que destacó, sobre todo, el empeño de Rodríguez por "lograr beneficios que llegasen a toda la población del concejo, y que mejorasen su bienestar".

Los restos mortales del regidor de Villayón fueron trasladados desde el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) donde murió el viernes hasta el tanatorio de Jarrio, donde se instaló la capilla ardiente. El presidente del Gobierno del Principado de Asturias, Javier Fernández, se desplazó a las tres y media de la tarde para trasladar su pésame, y el de todo el ejecutivo a su familia. "Era un alcalde querido por sus vecinos, que ha estado muchos años resolviendo los problemas de su municipio", señaló Guillermo Martínez, portavoz del Ejecutivo.

El tanatorio coañés se quedó pequeño para acoger a tantas personas como quisieron mostrar sus respetos y despedir a Ramón Rodríguez. No faltó casi nadie. Hubo dirigentes municipales que compartieron décadas en el puesto con Rodríguez, como el exregidor grandalés José Cachafeiro, el tapiego Gervasio Acevedo o el naviego Manuel Bedia Alonso. Éste último recordó a Ramón Rodríguez como "una persona leal, un amigo, alguien con quien se podía hablar permanentemente, era un hombre abierto por los demás y muy preocupado por su concejo, siempre tratando de resolver problemas".

El acto incluyó la colocación de la bandera con el escudo de Villayón sobre el féretro, a cargo de Valentín López, edil que compartió 33 años de trabajo junto a Rodríguez. Después se guardó un minuto de silencio.

Fue especialmente sentido el recuerdo que se realizó en el PP, donde Rodríguez era muy apreciado y tenido en consideración. Mercedes Fernández, la presidenta de la formación en Asturias, expresó el dolor al perder "a una buenísima persona, querida por sus vecinos, y admirada por su familia; un hombre de bien, al que elección tras elección sus vecinos mostraban ese reconocimiento". Su marcha, añadió Fernández, "deja un gran vacío en el PP de Asturias, y en todos sus compañeros".

Por su parte, el delgado del Gobierno, Gabino de Lorenzo, lo destacó "como ejemplo para todos los que estamos en la vida pública, por su seriedad, trabajo, honradez y lealtad a los principios". Para Susana López Ares, diputada nacional, representaba "la política con mayúsculas, un maestro, siempre preocupado por sus vecinos".