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JOSÉ RAMÓN GARCÍA | Director del Museo Marítimo de Asturias y "Amuravela de Oro"

"El Museo Marítimo de Asturias es modélico, creció de abajo arriba, su inicio fue popular"

"El hecho de que en Cudillero nos hayan premiado con la 'Amuravela' es un plus; esta acción reconoce la pesca asturiana"

José Ramón García, en una imagen de archivo, en la sede museística, en Luanco. MARA VILLAMUZA

José Ramón García López (Luanco, 1944) está al frente del el Museo Marítimo de Asturias (MUMA), son sede en Luanco (Gozón), el más longevo de la región y que ha sido premiado este año con la "Amuravela de Oro", que entregará la asociación Amigos de Cudillero en julio.

-¿Qué significa para el museo recibir este premio?

-Lo primero, una gran alegría y satisfacción. Los premios siempre son bien recibidos, pero en este caso, además, es un galardón de prestigio, importante. Es la satisfacción que da el reconocimiento de un trabajo de un grupo de gente a lo largo de mucho tiempo; y supone una rentabilidad desde el punto de vista social, de difusión, y de llegada a mucha gente.

-Cudillero y Luanco comparten la característica de ser villas marineras.

-Cudillero es, en cierto modo, el pueblo marinero emblemático, por muchas razones. Y que nos hayan dado un premio desde allí es un plus. Además, Cudillero como Luanco, y como todos los puertos pesqueros, atravesó una crisis del sector muy grande, brutal. Esta acción contribuye a recordar una actividad económica que fue importantísima en Asturias. Contribuyó a definir una parte de Asturias, la parte costera. No siempre se reconoce así, porque cuando se habla de folclore y etnografía, siempre se piensa en la aldea y la montaña, pero hay una parte de Asturias que es marinera y que configuró la región durante siglos.

-¿Está en peligro esta parte de Asturias?

-Sí, lo artesanal se acaba, en todos los sectores. Se ha desbordado por lo industrial. La pesca artesanal está bajo mínimos. Por otra parte, parece que el empleo de artes modernas y de mucha eficiencia contribuyen a esquilmar los caladeros, que es el problema que está ahí delante, y hay que andar con cupos, porque parece que no se repone lo que se extrae. La pesca como la concebimos, con estos puertos pesqueros con embarcaciones de madera, desapareció, no volverá, forma parte de un sistema de producción que se va archivando.

-El jurado les reconoce ser un modelo a nivel nacional.

-Quizás sea un museo modélico porque creció de abajo arriba. Fue una cosa en el inicio popular, y lo sigue siendo. Buena parte de los fondos del museo provienen de donaciones de particulares. El museo puede presumir hoy de tener una colección homologable a cualquier museo nacional. De hecho, por hablar sólo del norte, el Museo Marítimo de Asturias está en Primera División junto con San Sebastián, Bilbao, Santander, Vigo. Que en un pueblo de cinco mil habitantes haya una institución comparable con estas ciudades, ya dice mucho. El esfuerzo colectivo permitió alcanzar una meta que estaría reservada a aquellas instituciones con una gran capacidad, que no es el caso nuestro.

-¿En qué se centra la colección?

-El aspecto más genuino es el etnográfico, lo dedicado a la carpintería de ribera, actividad que se podría dar por desaparecida, y la pesca artesanal. Representa lo que hubo en Asturias cuando la pesca era un sector muy activo y artesanal. Hay otros aspectos muy reconocidos: importantes colecciones de modelos de embarcaciones, de fósiles, de conchas.

-¿Cómo ha evolucionado el museo bajo su dirección?

-Se fundó en 1948, en plena posguerra, en años de grandes carencias. En los setenta entró en declive, y en el 1991 terminó cerrando. Yo entré con la finalidad de recuperarlo. Un equipo de voluntarios, y luego de empleados, lograron impulsar el resurgimiento, con una orientación etnográfica. Ahora cuenta con cinco empleados, que son polivalentes, y están muy implicados.

-¿Qué opinión le merece Amigos de Cudillero?

-Sigo su trayectoria, y de hecho suelo asistir a la entrega de premios. En los últimos años han dado un salto cualitativo, al premiar figuras de alcance regional y también nacional. De ahí que también resulte el premio al museo especialmente valioso: nos da categoría de ser embajadores de la región, de hacer algo que trasciende el marco local y regional.

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