Al director de la Real Academia, Darío Villanueva, le tocó ayer salir al paso de las polémicas declaraciones efectuadas por el escritor y académico Félix de Azúa, que hace unos días dijo que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, debería estar "sirviendo en un puesto de pescado" en lugar de dirigir una Alcaldía, pues "no tiene ni idea de cómo se lleva una ciudad, ni le importa". Villanueva no quiso entrar a valorar la "opinión personal" de Azúa, pero dejó claro que la institución tiene "la más alta consideración y respeto para todas las autoridades democráticamente establecidas".

"La Real Academia está compuesta por 46 miembros y cada uno tiene libertad de expresión. La RAE no es responsable de lo que cada uno de sus miembros a título personal diga y, en todo caso, el director de la Academia no tiene por qué comentar las opiniones personales de sus miembros", añadió Villanueva, quien también dejó claro que los estatutos de la institución no contemplan la recusación o expulsión de sus integrantes. Así las cosas, la RAE no podrá dar respuesta a las más de 97.000 personas que, a través de la plataforma Change.org, están pidiendo la dimisión de Azúa, que ingresó el año pasado en la Academia.