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El creciente interés por ver osos y otros animales en el Suroccidente

El turismo para avistar fauna salvaje se dispara y atrae cada vez a más extranjeros

Los empresarios de Somiedo y Fuentes del Narcea destacan el aumento del negocio, pero piden respeto al medio

Sofía González Berdasco guía un avistamiento de osos en Somiedo.

El turismo de naturaleza -en el que el avistamiento de osos juegan un papel de reclamo indiscutible- cobra cada vez más peso en el suroccidente de Asturias. Los parques naturales de Fuentes de Narcea, Degaña e Ibias y Somiedo han visto crecer en los últimos años empresas dedicadas al avistamiento de fauna salvaje, un turismo que aumenta exponencialmente y que atrae visitantes nacionales, pero también cada vez a más extranjeros.

Jorge Jáuregui, de Somiedo Experience, lo constata. Asegura que la demanda es "brutal". La agenda de primavera y verano ya la tienen llena de salidas al monte. Y todo indica que irá a más: el crecimiento de la población osera facilita el avistamiento de los animales; sin ir más lejos, LA NUEVA ESPAÑA ha recogido dos casos recientes en Valle de Lago y Pola de Somiedo, donde los vecinos captaron imágenes de los plantígrados sin problemas.

En la empresa de Jáuregui, en 2015, cuando emprendieron el negocio, llevaron a ver fauna salvaje a decenas de personas de nueve nacionalidades distintas. "En otras zonas de España, como Extremadura, con el turismo ornitológico, están en auge y con un crecimiento exponencial", detalla el empresario. Su filosofía y la de su socia, Sofía González Berdasco, es transmitir a los turistas que participan en los avistamientos que el oso es más un valor natural que una fuente de negocio.

"Somos conscientes de que es un reclamo turístico que puede atraer gente de todos los países del mundo, es uno de los valores más importantes que tenemos en Asturias y lo que nos diferencia, es milagroso que haya osos salvajes en Europa occidental, donde está todo humanizado", aclara Jáuregui.

Por ello, los avistamientos son más para conocer el Parque Natural de Somiedo que para ver osos, ya que no siempre se tiene la suerte de observar un plantígrado. Así es que ofrecen itinerarios interpretativos sobre fauna, flora, métodos tradicionales de ganadería, etnografía y paisaje. "Queremos que esté todo englobado y se relacione ligando nuestro potencial de forma independiente, yo soy biólogo especializado en zoología y Sofía es técnico de actividades físico-deportivas y además, natural de Llamardal y de familia vaqueira".

En el parque natural de Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias la demanda del turismo atraído por el avistamiento de fauna salvaje también crece a buen ritmo desde hace cinco años. Las empresas de la zona dedicadas al ecoturismo notan el crecimiento gracias al trabajo de promoción que se está realizando desde la Asociación de turismo rural y el grupo de desarrollo rural Alto Narcea Muniellos. "Los aficionados a la naturaleza programan sus fines de semana en función de los sitios donde se están produciendo los avistamientos", explica José María Díaz, de la empresa Natur de Cangas del Narcea. La prueba de ello es que en el caso de Valle de Lago, días atrás, cuando LNE publicó la aparición del oso "Pinto", los establecimientos hoteleros recibieron muchas llamadas interesándose por alojamiento y cómo avistar al animal.

El aumento de la población y su fácil avistamiento desde sitios con fácil acceso está ayudando al incremento de turistas, tanto nacionales como extranjeros, que "están descubriendo que no hace falta ir a Finlandia para ver osos en libertad", explica Díaz.

Aunque las empresas apuestan por vender productos diferentes que no sólo se centren en el avistamiento de osos. Es el caso de Quei Vitorino, en Degaña, que basa sus visitas guiadas en el conocimiento del entorno además de la observación de fauna. "Buscamos hacer un turismo responsable, ver el oso es la disculpa para atraer aquí al turista y darle a conocer otros valores como el paisaje, la gastronomía, las tradiciones, porque no siempre hay suerte de poder ver un oso y hay que ofrecer algo más para enganchar a la gente a la zona", explica Víctor García.

Distancia

La primera norma de trabajar en este tipo de experiencias en la naturaleza es mantener la distancia adecuada de las especies salvajes y no intentar buscar la fotografía en primer plano, sino utilizar objetivos que permitan observar la naturaleza sin interferir en ella. Además, en el parque natural de Fuentes piden una mayor señalización de las zonas de uso restringido, así como que se divulgue el mapa de zonificación, para que los visitantes en todo momento conozcan los lugares por los que pueden pasear sin adentrarse en los hábitats de las especies salvajes.

El avistamiento se hace siempre a larga distancia, es importante no invadir nunca su territorio. Jorge Jáuregui explica: "Los osos suelen estar en zonas escarpadas de difícil acceso, así que los vemos desde la otra parte del valle con telescopios terrestres con una distancia muy grande para no molestarlos y se pueden ver perfectamente". En el caso de avistar un oso a menor distancia es imprescindible apartarse del lugar sin ruido ni escándalo. "En primavera, entre abril y mayo, se ven por el celo y también porque salen las osas con crías y suelen quedarse en las proximidades de la osera. Otra época muy buena es a finales de agosto y principios de septiembre cuando van a comer el escuernacabras en zonas más abiertas donde es fácil verlos", concluye Jáuregui.

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