El Ayuntamiento de Tapia inició ayer los trabajos de pintado de las calles del centro de la villa, con vistas a poner en marcha el plan de reordenación viaria anunciado a principios de este año. El alcalde de Tapia, Enrique Fernández, confirmó ayer que el nuevo modelo de circulación se estrenará en cuestión de días, en cuanto hayan finalizado los trabajos de señalización.
La empresa encargada de la pintura empezó ayer a primera hora a trabajar en la avenida del Muelle y espera rematar los trabajos en un par de días si el tiempo acompaña. De manera paralela, los trabajadores municipales se han ocupado de la instalación de las señales verticales que regularán el tráfico. Estas señales están, de momento, tapadas para evitar la confusión de los conductores que transitan a diario por la villa tapiega.
Aunque la idea inicial era que los cambios entraran en vigor en Semana Santa, el gobierno local decidió dejar pasar esas fechas tan señaladas, cuando el tráfico aumenta de manera importante. Así las cosas, se estrenará ahora para permitir a los vecinos adaptarse a las novedades y que en verano, cuando el volumen de tráfico vuelva a incrementarse, los conductores locales ya tengan asimilados los cambios. Precisamente, el plan de reordenación busca descongestionar el centro, en especial algunas calles conflictivas que en ciertas épocas se convierten en un embudo para el tráfico. El gobierno local defiende el plan porque permitirá una circulación más ágil y disponer de más zonas de aparcamiento.
La principal novedad prevista afecta a la calle Santa Rosa, que pasará a ser de dirección única en sentido ascendente. Es decir, que para acceder a esta vía habrá que entrar en Tapia por la avenida del Muelle (que seguirá siendo de doble sentido de circulación) y girar a la izquierda a la altura del bar Nira. Esta calle tiene zonas muy estrechas, lo que provocaba problemas, sobre todo con los camiones que sirven a los negocios hosteleros y los comercios.
El otro cambio importante se concentra en la calle Marqués de Casariego, que se convierte en peatonal en el tramo localizado entre el bar Moderno y el instituto. Además, la calle que discurre paralela a la plaza de Campogrande cambia su sentido de circulación y tendrá acceso desde la avenida del Muelle en dirección al Ayuntamiento.
Con la semipeatonalización de la calle Marqués de Casariego se confiere más seguridad al entorno de los institutos y el parque de la villa, una zona muy transitada por jóvenes y niños.
La plaza de Campogrande se convertirá de manera oficial en aparcamiento, ya que hasta ahora se permitía aparcar aunque no hubiese plazas delimitadas, lo que creaba cierto caos en la zona. Se delimitará una fila de aparcamientos en batería paralela a la calle de acceso, y también dos zonas más en frente a la antigua Cámara Agraria. De este modo, la plaza de Campogrande tendrá capacidad para alrededor de setenta coches. No obstante, seguirá estando prohibido aparcar los lunes de mercado y cuando haya algún evento en la zona.
El regidor tapiego explica que el objetivo de la reordenación es aprovechar este espacio céntrico, pero con orden. En este sentido, indica que una vez las líneas estén marcadas y claras, no se va a permitir el aparcamiento de cualquier modo ni en zonas no habilitadas para ello.
El plan de reordenación también incluye la delimitación de zonas de carga y descarga en varias zonas de la villa, como el muelle y las calles Santa Rosa y As Casúas. Asimismo, se delimitarán aparcamientos reservados a personas con discapacidad en la avenida de Galicia, justo en el cruce con la calle Francisco González Villamil (esquina del hotel La Ruta). También en este punto se hará elevado el paso de peatones existente para obligar a los coches a reducir la velocidad a la entrada a la villa.
