La bramadera es un instrumento musical cuyo uso ha sido esencial a lo largo de la historia en rituales de iniciación, funerarios, de fertilidad, de sanación y hasta en exorcismos. Pablo Canalís conoce bien este instrumento, que logra hacer sonar como lo hacía milenios atrás a manos de los protagonistas de esos ritos. Este viernes, Pablo Canalís ofrece en Luarca su primera demostración abierta al público en el occidente asturiano, una cita que plantea como "amena, divulgativa y con sentido del humor", y en la que, dice, se descubrirá mucho más sobre instrumentos musicales. Dará comienzo a las ocho de la tarde, en la Casa de Cultura de Valdés.

Pablo Canalís es un músico asturiano dedicado al coleccionismo de instrumentos musicales y a su divulgación. Desempeña buena parte de su trabajo recorriendo los centros escolares de la región. La pasada semana visitó con su colección los colegios de Luarca, y ahora prepara la sesión del viernes como colofón a esta ruta por el concejo. "Es una buena oportunidad para que la gente conozca instrumentos extraños, difíciles de ver en otro contexto", explica.

Pablo Canalís no sólo mostrará al público instrumentos peculiares de su colección, sino que los hará sonar, y explicará las funciones que, más allá de emitir sonidos, tenía cada uno en un tiempo y en una cultura determinados. "Muchos de ellos llevan en uso desde la Prehistoria, sobreviviendo hasta nuestros días entre diversas culturas de los más recónditos rincones del planeta", asegura.

El origen de cada uno de los objetos puede ser muy diferente, puesto que va desde motivos religiosos hasta una relación directa con lo mágico. Otros, más profanos, sufrieron un uso "como herramientas para muy diversos e insospechados fines extramusicales", detalla.

El músico promete tratar los aspectos musicales y antropológicos "desde una perspectiva amena y divertida, cercana y coloquial".

En su recorrido, Canalís visitará culturas de los cinco continentes: americanas (como la azteca, maya, navaja, bororo, mahináku y jiwi), africanas (como la dogón y la yoruba), asiáticas (como la hmong y la minangkabau) y de Oceanía (como las kiwai, yabim, bukaua, tami y kai, y las de los maoríes y los aborígenes australianos).