La memoria reciente de Salas cabe en cincuenta minutos de cinta documental. Comprimir una ingente cantidad de imágenes y testimonios en este fragmento de cinta es el reto en el que trabaja actualmente el historiador local Javier F. Granda, a partir del legado que dejó, en forma de instantáneas, el fotógrafo Luis Cernuda, "Jumbo". Con el apoyo del Museo del Pueblo de Asturias de Gijón, y la colaboración de numerosos salenses, el documental resultante ofrecerá una visión cercana de cómo era la vida y las relaciones sociales de la época, a partir de los años cincuenta.
"La posibilidad de entrevistar a muchos personajes de los que aparecen en las imágenes nos acerca a la idea de la identidad y de la memoria, del paso del tiempo y de la existencia", apunta el autor.
El trabajo se centra en parte en la obra que dejó el fotógrafo salense, que se calcula suma en total unos setenta mil negativos. Granda ha estudiado las seis mil fotografías positivadas de "Jumbo", fotógrafo de estudio que trabajó en Salas varias décadas hasta final de los años ochenta del pasado siglo. Falleció en octubre de 1995, y su archivo pasó a manos de su hermana. "Es posible que algunos de estos negativos pertenezcan a su hermano Marino, quien le había precedido en el oficio", incide el historiador.
El fondo fue finalmente adquirido por el Museo del Pueblo de Asturias de Gijón en 2004, gracias a la labor de Juaco López, su director. Ahora es posible disponer de "una gran cantidad de material fotográfico de la villa de Salas, del municipio y de sus gentes de la segunda mitad del siglo XX, que contiene una memoria gráfica de Salas de extraordinario valor, lo que posibilita crear un relato atendiendo a numerosos ritos de paso y diversidad de acontecimientos que aparecen en las imágenes", añade el autor del documental.
Javier F. Granda inició la grabación de este trabajo en diciembre del pasado año. Para ello, realiza entrevistas a aquellos que aparecen en el fondo fotográfico y continúan con vida. "He recibido una respuesta muy buena, aunque esperaba mejor disposición por la parte femenina, que no ha estado muy dispuesta a ponerse ante la cámara. Me gustaría en este sentido completar el documental con cierto equilibrio y paridad", reclama el historiador, que cuenta con el apoyo del artista y docente Juan Fal Fernández, encargado del montaje del proyecto, que contará con una duración cercana a una hora. Granda cree que la materia prima de la que dispone ofrece la posibilidad, además, de elaborar una investigación antropológica de la imagen plasmada en un texto, acompañada por las instantáneas.
"Como historiador me interesa emplear el lenguaje cinematográfico basado en el trabajo de campo, unido al material de archivo, empleando un dispositivo mínimo que permita captar una realidad donde los testimonios personales se encarguen de construir la memoria del pasado", resume este investigador, que ya piensa en difundir el trabajo una vez esté concluido. Señala que se buscarán "los canales oportunos para su proyección", buscando al mismo tiempo la implicación de entidades del municipio "para darle un soporte físico al trabajo y que pueda ser publicado".
