El gobierno tapiego tiene previsto continuar con la reordenación viaria de la villa de Tapia. Tras los cambios recientemente aplicados en las calles más céntricas, ahora el regidor anuncia que su próxima actuación se concentrará en el barrio de La Corredoira y sus alrededores.

El Alcalde de Tapia, Enrique Fernández (PP), considera necesario seguir trabajando en esta dirección, si bien aún no existe un plan definido ni plazos para esta segunda fase de la reordenación viaria de la capital. Además, asegura que el trabajo se debe efectuar de manera paulatina, ya que este tipo de cambios suponen un importante desembolso. No en vano, la primera fase, que lleva un par de semanas en funcionamiento, ha supuesto una inversión de casi 11.000 euros. La pintura de las vías ha costado 6.800 euros y casi 4.000 la vertical, a lo que hay que añadir el trabajo de los empleados municipales.

Fernández está satisfecho con los cambios aplicados en primera instancia, explica que "están funcionando bien" y cumplen con los objetivos centrales, que eran agilizar el tráfico y disponer de más plazas de aparcamiento en pleno centro.

Más crítico se muestra el Partido Socialista, que considera que las actuaciones de la primera fase han sido insuficientes. Los socialistas lamentan que no se haya estudiado mejor el plan de actuación y cuestionan la falta de consenso y atención a sus propuestas. "Creemos que no es la solución definitiva y que es posible que haya que hacer más ajustes", incide la portavoz socialista Ana Vigón.

El principal cambio aplicado en la primera fase de la reordenación ha afectado a la calle Santa Rosa, que ha pasado a ser de dirección única. La medida que menos gusta es la creación de una línea de aparcamientos al inicio de la calle. Algunos negocios se quejan del bloqueo que les supone tener todo el día un coche aparcado delante de la puerta. Es el caso de Carmen Carbajales, que tiene un bar con servicio de catering y explica que tener plazas de aparcamiento frente a la puerta del negocio le supone dificultades para la carga de la comida. "Necesito tener disposición de espacio delante", precisa. En la misma línea está la comerciante Josefa Barcia, quien se queja de que los coches tapan ahora su negocio y sugiere que el estacionamiento se regule para que los vehículos no permanezcan durante horas sin moverse de la misma plaza. Los comerciantes sí que coinciden en que la dirección única ha contribuido a dar más agilidad al tráfico de esta calle, una de las más conflictivas del casco por la gran cantidad de vehículos que soporta y el importante número de negocios que operan en ella.

El regidor explica que esta línea de aparcamientos se pintó precisamente para dar servicio a los negocios y evitar que se aparcara en las aceras como hasta ahora, algo que no se podía seguir permitiendo. "A la carta no puede ser; como dice el refrán, 'mucho y bien, no hay quien'", añade Fernández. Por su parte, la socialista Ana Vigón expone que la vía queda "muy estrecha" con esta fila de aparcamientos, y entiende que la mejor solución era dejar este tramo de vía libre y señalizar algún estacionamiento concreto para dar solución a negocios como el restaurante con servicio de catering que necesita tener espacio libre en su entrada.