El pote de berzas y el cachopo son algunos de los platos asturianos que han conquistado el paladar de los 24 alumnos del instituto Lincoln-Subdury, de la localidad homónima próxima a la ciudad de Boston, en Estados Unidos, que han pasado los últimos diez días en Tineo. Ayer emprendieron su viaje de vuelta a Norteamérica con el buen sabor de boca de haber conocido la localidad y buena parte de la región, el mismo con el que regresaron los alumnos del instituto tinetense el pasado septiembre, cuando realizaron el viaje contrario y se alojaron en Massachusetts.

Esta es la segunda vez que el instituto Concejo de Tineo participa en un intercambio escolar con Estados Unidos y los alumnos solo tienen buenas palabras para la experiencia. "Participé en el anterior y quise volver a repetir porque nos trataron genial y, sobre todo, allí ves que hay mucho respeto hacia los profesores, el material y entre compañeros", explica Manuel García. María Solís solo pudo ejercer como familia de acogida y asegura que fue una experiencia que repetiría: "Me vino muy bien para no perder el hilo del inglés y además los chicos que vinieron son muy agradables y sociales, y no se quejaron por nada".

Encantados también se van los estudiantes estadounidenses sorprendidos por la comida, las carreteras y la vida en el pueblo. "Esto es muy diferente a nuestra ciudad, aquí se conoce todo el mundo, se puede ir caminando a todos lados, hay muchas granjas y vacas y las carreteras tienen muchas curvas", describe Rhianna Patel. Su compañera Becca Gorman resalta lo positivo del viaje para poder aprender sobre la cultura y la comida y mejorar el idioma.

Precisamente, realizan una inmersión en el país que no es comparable a las visitas turísticas. "Estuve dos veces de turismo en España, pero esto es diferente, vives con una familia y aprendes mucho de la cultura", explica Antoine Baize.

Los profesores que les acompañan en el intercambio aseguran que es una experiencia que les cambia la vida. "Les abre los ojos a otra cultura y tienen la oportunidad de vivir con otra familia, una forma más íntima de vivir el país", subraya Thomas Valentine. Además, reconocen que en Estados Unidos el español es el idioma más estudiado y que los estudiantes se sienten atraídos por la lengua y la cultura. "Hay tantos hispanohablantes que están acostumbrados a escuchar español y lo diferente les atrae", apunta Kim Schultz.