El escritor allerano Fulgencio Argüelles acudió ayer al instituto Elisa y Luis Villamil dispuesto a convencer a los jóvenes de primero de bachillerato sobre la importancia de la lectura: "La capacidad de comunicación se adquiere leyendo, no hay otra manera. No os vais a dar ni cuenta, pero si tomáis el hábito de la lectura, en unos años seréis perfectos comunicadores". El autor de la novela "El palacio azul de los ingenieros belgas" compartió ayer la primera jornada con los estudiantes veigueños, a los que mañana guiará por Mieres para mostrarles los escenarios en los que está inspirada la trama.

El autor defendió la lectura, pero también la importancia de elegir lo que se lee y, por eso, se mostró contrario a que los centros educativos impongan a los estudiantes los libros que deben leer cada curso. "El camino debe de ser la invitación y la persuasión, la obligación no. A cada alumno se le debería poner una oferta de posibilidades y luego que elija, pero darle esa responsabilidad". Para completar su postura dijo a los jóvenes: "Leer es obligatorio, pero lo que os dé la gana".

El allerano, que lamentó que la lectura esté en decadencia, puso "El Quijote" como ejemplo del camino erróneo que supone imponer lecturas. "El Quijote es la novela más maravillosa y espectacular de la historia de nuestra literatura, pero leerlo a vuestra edad produce un rechazo enorme. Para leerlo hay que tener una cultura literaria", indicó Argüelles. Él mismo se reencontró con la obra de Cervantes veinte años después de la lectura impuesta en su juventud y ahí fue cuando descubrió "lo maravillosa que es".

El escritor animó a los jóvenes a ser lo que de verdad quieren ser. "No hagáis caso sobre si esa carrera tiene más o menos salidas. Eso es producto del utilitarismo, donde parece que lo bueno es lo útil. Si estudiáis Económicas sin querer seréis licenciados mediocres, pero si estudiáis Historia del Arte porque os gusta vais a ser muy buenos y tendréis trabajo, fijo". Argüelles confesó que es lector desde niño y que un buen día decidió contar historias: "Escribo porque me divierto; si no, no lo haría".

Durante su intervención el allerano aprovechó para alabar la labor del equipo docente del instituto veigueño: "Este centro es una excepción por cómo plantea la educación. Debéis tener en cuenta que estáis viviendo una educación excepcional".

El autor terminó el coloquio firmando ejemplares de sus libros a los estudiantes y los emplazó para mañana a las cinco de la tarde, cuando iniciarán en Mieres una ruta literaria.