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El sector pesquero de Viavélez rechaza que el puerto sea bien de interés cultural

"Paralizaría el desarrollo de la zona portuaria y su entorno al tener que someterse a las restricciones de Patrimonio", dicen los opositores

El sector pesquero de Viavélez, junto a las asociaciones Mar Abierto y Miramar, muestra su "total desaprobación y oposición" a la iniciativa que lidera el colectivo vecinal "Santo Ángel" para convertir el puerto de la localidad en bien de interés cultural (BIC). Basan su postura, que acaba de ser remitida por escrito al Ayuntamiento de El Franco y a la dirección general de Patrimonio del Principado, en que la petición "no recoge la voluntad de la mayoría de la comunidad" y en que el reconocimiento como BIC supondrá límites y trabas a cualquier actividad que se desarrolle en la zona portuaria franquina.

El escrito está firmado por el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores, Carlos Bedia, el portavoz de los armadores del puerto, José Manuel García, el presidente de la asociación de pescadores deportivos Avante, Pedro Quintana, y los representantes de las asociaciones Mar Abierto, María Antonia Martínez, y Miramar, Isidro Fernández. Los firmantes conocieron la propuesta de BIC en una reunión celebrada el pasado viernes y donde ya pusieron de manifiesto su oposición. Se quejan además de que en ningún momento "Santo Ángel", que ya ha presentado al Principado su propuesta para declarar el puerto como BIC, consultó la opinión de los demás colectivos ligados a la localidad: "Es una propuesta planteada de forma unilateral sin contar con las opiniones de sus habitantes y demás colectivos y organismos que ejercen sus actividades profesionales y deportivas en Viavélez, que huye de buscar consensos y da un falso testimonio de la realidad".

Los cinco colectivos firmantes del manifiesto de rechazo consideran que la declaración como bien de interés cultural para el puerto supondría tener "unas enormes limitaciones, retrasos, trabas administrativas e impedimentos ante cualquier actividad, acción o modificación, bien sea de naturaleza social o urbanística, pública o particular que se pretenda llevar a cabo". Continúa el escrito indicando que esta declaración "paralizaría el progreso y desarrollo del puerto y su entorno al tener que someterse a la batería de restrictivas condiciones que establecería Patrimonio Cultural".

Su postura contrasta con la que expuso el pasado viernes en Viavélez el profesor Víctor Fernández Salinas que visitó la localidad en condición de representante del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios Histórico-Artísticos (Icomos). La asociación vecinal que promueve la declaración de BIC solicitó al Icomos un informe con su postura al respecto y el organismo envió a Fernández Salinas que realizó un reconocimiento al puerto y participó en la reunión prevista con los diferentes colectivos vecinales. Fernández Salinas explicó a LA NUEVA ESPAÑA que los BIC no deben verse como un límite, sino como algo positivo para la localidad. El profesor indica que este tipo de reconocimientos fomentan la autoestima de los pueblos y deben de ser vistas como "palancas de desarrollo". Sin embargo, su discurso parece no haber convencido a los agentes que trabajan y viven ligados al puerto, que se muestran contrarios a este reconocimiento.

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