En los momentos difíciles y dolorosos lo que más necesitamos las personas es tener cerca a buenos profesionales que nos ayuden a pasar un trance tan complicado de la mejor manera posible. Así trabajan en Funerarias Valdés, un equipo de ocho profesionales con enterrador propio que, además de aportar experiencia humana a los servicios que prestan cada día, ponen a disposición de los parientes de la persona fallecida la totalidad de los servicios que necesitan, desde el traslado de la misma al tanatorio, tanto nacional como internacional, hasta las últimas voluntades, crematorio, esquelas, floristería y cualquier otro servicio que precise.

En la floristería propia se puede elegir entre una amplia gama de coronas, centros o ramos. Las empresas funerarias trabajan tanto con particulares como con las compañías de seguros, llevando a cabo toda clase de trámites.

Una vez en el tanatorio, bien en el de Valdés o en el de Cudillero, la familia se sentirá arropada en un espacio luminoso, con luz natural, con tres salas cómodas y muy modernas. Junto a ellas existe una sala de estar donde poder descansar y tomar bebidas o café, y en breve ampliarán el aparcamiento.

En su interés por ofrecer siempre un servicio más completo a sus clientes de los concejos de Valdés y Cudillero, las Funerarias Valdés han incorporado recientemente un crematorio a sus tanatorios. El crematorio viene a cubrir una creciente demanda de la población, que se decanta por esta opción para actuar con sus restos mortales.

Así pues, sirviéndose de estas dos modernas y equipadas instalaciones y de la dilatada experiencia en el sector, los gestores de la empresa Funerarias Valdés están preparados para acoger a convecinos y usuarios de la manera más cómoda y distendida posible ante la siempre difícil situación del fallecimiento de un ser querido. En la empresa se trabaja siguiendo minuciosamente una política de rigurosa calidad en el servicio que se ofrece a los usuarios, siendo la principal preocupación cumplir los siguientes aspectos: La profesionalidad y eficiencia del personal en todos y cada uno de los trabajos. La delicadeza en el trato para con los clientes, en unos momentos de especial aflicción.