La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El consultorio occidental

Andrés Quevedo: "Al tomar el sol no hay que quemarse nunca"

El dermatólogo advierte que para estar mucho tiempo en la playa es necesario usar filtro solar y llevar ropa

Andrés Quevedo, en su despacho del Hospital de Jarrio. G.G.

Tomar el sol tiene sus beneficios, además de ser una buena forma de aprovechar las horas de ocio en este verano a punto de comenzar. Pero hacerlo de forma descontrolada, sin la necesaria protección, puede acarrear serios problemas de salud. "Como todo en esta vida, la virtud está en el punto medio, sin abusar. No hay que quemarse nunca", asegura Andrés Quevedo, dermatólogo del Hospital de Jarrio, que insiste en la conveniencia de utilizar protección, y tener especial cuidado con los niños de corta edad.

El sol tiene beneficios, tantos como riesgos. "Es necesario, fundamental para la vida. Proporciona sensación de bienestar, y actúa para que se absorba la vitamina D", señala el facultativo. La otra cara de la moneda son los peligros de su abuso: "Tenemos el sol agudo, que puede traer consigo quemaduras, problemas de fotosensibilidad, y también, a largo plazo, el envejecimiento cutáneo, la aparición de cánceres, carcinomas y melanomas, fundamentalmente, sobre todo en gente trasplantada o que esté tomando inmunodepresores o inmunodeprimida", explica Andrés Quevedo.

¿Cuál es la causa de que el sol pueda hacer ese daño? La estrella es "como millones de centrales nucleares haciendo explosión, y enviando rayos nocivos continuamente", la mayoría de ellos filtrados por la estratosfera de la Tierra. "Pero la reducción de la capa de ozono, entre otras cuestiones, hace que pasen ciertos rayos nocivos que no debieran, así como los ultravioleta A y B, que en abuso también son peligrosos", apunta el dermatólogo.

Ante todo ello, lo óptimo es asegurarse una buena protección, yendo siempre prevenidos con cremas solares adecuadas a cada tipo de piel. "Si vamos a estar mucho tiempo en la playa, aparte del filtro solar, es recomendable poner protección pasiva, como ropa: camiseta o sombrero", apunta el médico. En lo que se refiere a la infancia, "cabe tener en cuenta que los niños hasta los seis meses no deberían ir a la playa, porque no tienen el sistema inmunológico desarrollado. Y hasta los dos años, es recomendable que pongan filtros solares minerales, no químicos. Pantallas totales, por peligro de absorción de las sustancias químicas".

En la comarca noroccidental, los casos de melanomas están en la media nacional, con unos cinco o seis al año. "El riesgo que tiene cualquier persona a padecer un epitelioma basocelular, un tipo de tumor de piel, es de un treinta por ciento, y más si no se controla", advierte el dermatólogo. Es por eso en que incide en la autorrevisión para detectar de forma precoz determinados tumores. "Aunque el melanoma haya aumentado, la mortalidad ha disminuido, porque se detecta en estadios más tempranos", dice Quevedo, que cree que aún queda trabajo en concienciar a la población de que tomar el sol es, en exceso, una actividad de riesgo. "Hay gente que sigue yendo a la playa a ponerse al sol sin protección vuelta y vuelta", concluye.

Compartir el artículo

stats