Un equipo de médicos y enfermeros del hospital Carmen y Severo Ochoa de Cangas del Narcea ha diseñado un sistema, a través del teléfono móvil, para facilitar a los doctores el suministro a domicilio de medicación a pacientes con enfermedades complejas. Tan sencillo como introducir tres datos distintos en el móvil, que se encargará de procesarlos y fijar la cantidad exacta de medicamento y diluyente a suministrar al paciente.
En ello han trabajado en los últimos meses en Cangas del Narcea y el resultado ha sido la citada aplicación. La herramienta hace más sencillo el uso de los infusores elastoméricos, unos aparatos similares en su forma a un gotero y en su utilidad médica a una bomba electrónica que se encuentra en los hospitales para aplicar medicamento al enfermo por vía endovenosa, pero que es apto para su uso domiciliario.
Sin embargo, su uso no es frecuente entre los médicos: la razón está en la precisión que exige a la hora de realizar las cargas con el medicamento que se debe aplicar y de establecer los tiempos de su suministro al paciente.
La doctora María Gabriela Álvarez y la enfermera Rosario Isabel de la Fuente, del equipo de cuidados paliativos del área sanitaria, son especialistas en su uso, ya que su atención se centra en enfermos a domicilio, principalmente de con dolencias oncológicas y neurodegenerativas. Estos presentan muchos síntomas y muy cambiantes y por ello necesitan un seguimiento muy estrecho. De ahí los beneficios de poder recurrir a los infusores elastoméricos. "Permiten que la medicación que se está dando al enfermo sea estable durante un tiempo determinado, lo que hace que su efecto esté siempre al mismo nivel y mantiene el síntoma controlado", argumenta Álvarez.
Pero su manejo no es sencillo para los profesionales que no usan el infusor habitualmente. Y dándole vueltas a la historia, en una sesión clínica surgió la idea de crear la herramienta para dar más seguridad a los doctores. Ha sido el médico e ingeniero técnico en Informática Francisco José Jimeno, más conocido como Franz, el que propuso la aplicación que él mismo diseñó y programó. Así nació la "Infusorapp": cuenta con tres pantallas intuitivas en las que el médico debe introducir las características del infusor que va usar, el tiempo para el que se requiere la carga y el tipo de fármaco; a cambio, la aplicación devuelve al usuario las cantidades de medicamento y de diluyente que tiene que introducir en el infusor para tratar al paciente.
La iniciativa fue presentada el pasado mes de mayo en el XI Congreso internacional de la Sociedad española de cuidados paliativos, donde un comité científico aceptó la propuesta y la certificó. Ahora, el equipo se encarga de presentarla ante sus compañeros del área sanitaria y en los próximos meses a nivel regional.
