"Volvimos a lo que se hacía en los años ochenta cuando no había carretera asfaltada, rellenar con escombro los baches para mantener el paso por la pista", dijo ayer Manuel Antón Caballero, vecino de Riomolín, en Cangas del Narcea. El pueblo lleva reclamando desde hace años el arreglo de la vía de tres kilómetros que da acceso a la localidad y también a Villar de Roguero, que en la actualidad presenta tramos en los que prácticamente ha perdido la capa de rodadura asfaltada y numerosos socavones.

Todo esto ha puesto en acción a los habitantes de ambas localidades. A principios de mayo, en Riomolín decidieron además tomar la drástica decisión de impedir el acceso a sus montes a los visitantes que buscan observar fauna salvaje, en especial osos, con el objetivo de llamar la atención sobre la necesidad de arreglar los accesos.

Como no han tenido éxito, ayer por la mañana los vecinos decidieron utilizar los recursos a su alcance para intentar frenar el deterioro que está sufriendo la carretera que parte de Vegameoro hasta el cruce que comunica con Riomolín y Villar de Roguero. A primera hora los seis tractores de los vecinos se adentraron en Riomolín para cargar sus cajas con el material de relleno que utilizarían.

Con una tonelada y media de escombro cargado, los vehículos se dirigieron a la pista donde los vecinos con pala y rastrillo en mano se dedicaron a completar con la tierra los numerosos huecos que salpicaban la vía, además de utilizarla para nivelar las zonas donde el asfaltado está prácticamente desaparecido.

"El material que utilizamos compacta muy bien y eso hace que aguante y no se escape como la tierra vegetal", apuntó Manuel Antón Caballero. Todos conocen muy bien el resultado que obtendrán, porque no es la primera vez que les toca encargarse del bacheo de su pista. Ya el año pasado realizaron una sextaferia. "Gracias a ello la pista va aguantando, porque el año pasado estaba que daba miedo y este igual, porque el invierno la destroza".

La semana pasada solicitaron formalmente ante el Gobierno regional el arreglo de la vía siguiendo las indicaciones que les transmitieron el director del Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, Pablo García, y el director general de Recursos Naturales, Manuel Calvo. "Vinieron a visitarnos y se comprometieron a estudiar nuestro caso", recuerdan los vecinos.

"El Alcalde también prometió visitar el pueblo para conocer el estado de la pista el pasado mes, pero no vino y nosotros teníamos que actuar ya, porque ahora comenzamos la campaña de recogida de la hierba y no tenemos tiempo para hacer esto", asegura José Rodríguez. Plantearse esperar a que el Ayuntamiento pudiese realizar el bacheo con aglomerado tampoco era una opción, "porque en los últimos diez años sólo han venido una vez a arreglarla y si no intervenimos nosotros, acabamos destrozando los coches".

La carretera de Vegameoro a Riomolín aparece en el inventario de las calzadas municipales, en el grupo de vías cuyo estado se califica como "malo". Pero aún así, se sitúa en el puesto noveno de preferencia para su arreglo.

Mientras llega el acondicionamiento definitivo de la pista, Riomolín tiene claro que mantendrá su decisión de prohibir el acceso a sus montes a turistas y visitantes, ya que aseguran que se han cansado "de dar a cambio de nada" y que ha llegado la hora de "defender nuestros intereses" y recuerdan que "hasta ahora nunca pusimos impedimentos".