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Boal tira del verde para crecer

Un nuevo colectivo busca impulsar el desarrollo del concejo con iniciativas que aprovechan su atractivo natural, como la apertura de una ruta de senderismo

Presentación de los planes de la sociedad. G. GARCÍA

El río Navia fluye tranquilo, sosegado, a su paso por el área recreativa de Castrillón, en Boal. Este enclave natural, de gran belleza y muy apreciado por los vecinos, ha sido el lugar elegido para la puesta de largo de la Sociedad de Amigos de Boal, un colectivo de reciente creación que busca impulsar el desarrollo de la comarca a partir del patrimonio natural, cultural y arquitectónico que atesora. "Queremos ser ambiciosos, y convertirnos en una agencia social para el desarrollo, suministrando ideas y aportaciones a la Administración y al sector privado", explica Miguel Mojardín, su presidente.

La estrategia principal de esta nueva asociación es el proyecto "Boal natura", que incluye varios elementos. Por un lado, la mejora del área recreativa de Castrillón, la joya de la corona del concejo en materia turística. De este punto partirá, y a él llegará, la futura senda circular que se pretende abrir a la vera del río, bordeando los embalses de Arbón y Doiras, y cuya inauguración está prevista para el mes de abril de 2017, coincidiendo con el encuentro regional de senderismo que albergará Boal.

La ruta, que discurre en un 80 por ciento de su longitud por caminos públicos, contará con un recorrido de 12 kilómetros, en el que destacan "el excepcional paisaje, los elementos culturales, como los molinos, y la flora y la fauna, muy ricas", subraya Mojardín. La ruta estará homologada y señalada, y se pretende firmar algún tipo de convenio con el Jardín Botánico de Gijón para trabajar en su arbolado.

"Boal natura" también trabaja en la recuperación de un molino, junto al río Roxíos, que ha sido donado a la sociedad, y del puente colgante de Castrillón, hoy en desuso por su mal estado pero que a principios de siglo constituía la principal vía de comunicación entre Boal y Villayón.

Aunque el colectivo lleva apenas unos meses activo, los directivos señalan que ya mantiene "mucha actividad", y que los vecinos han respondido a su llamamiento a ser partícipes de esta nueva iniciativa. No en vano, los promotores tratan de llegar al mayor número de socios posible, y por eso aquellas personas que pertenezcan a alguna de las asociaciones del concejo no tendrán que abonar la cuota de 12 euros que se ha fijado.

Pero los planes marcados por la dirección van más allá. En octubre organizarán los I Encuentros de Desarrollo Rural, centrados, en esta ocasión, en los municipios que poseen embalses y lagos, para analizar las experiencias y dar con oportunidades de crecimiento en la zona. "Invitaremos a municipios de toda España que han hecho del agua un elemento de desarrollo, de negocio, como el lago de Sanabria y ciertos lugares en Castilla-La Mancha", asegura el presidente de la sociedad. Todo ello con el fin de buscar promotores para crear actividad en Boal, a partir de proyectos empresariales "que den vigor al sector turístico y a las casas rurales".

"No hay nada más interesante para el desarrollo rural que aquellas iniciativas que surgen de la propia gente, aquellas que los vecinos estén dispuestos a llevar a cabo. Que las administraciones tengan un marco de ayudas es positivo, pero sólo con eso no van a surgir los proyectos. Creemos que hay que partir de abajo, mentalizar a la población de que hay que hacer algo, de que el progresivo deterioro del medio rural no se va a solucionar sólo por invocaciones desde arriba. Hay que reaccionar", reflexiona Miguel Mojardín, quien recalca que el colectivo tiene un buen espejo en el que mirarse: "El pueblo de Boal ha demostrado a través de su movimiento asociativo que es activo y luchador", remata.

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