La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La herencia oblata del Padre Galo

El interés del poeta valdesano por la lengua y la cultura tradicionales bebe de las costumbres que mantiene la congregación a la que perteneció

Foto de familia de los participantes en la casa natal del Padre Galo, con los religiosos en el centro. G. GARCÍA

Luis Ignacio Rois y Shanil Jayawardena son misioneros oblatos de María Inmaculada. En su trayecto a lo largo del Camino de Santiago, ayer se encontraron con un compañero. Mejor dicho, con su legado. La Casa Natal del Padre Galo recibió, por primera vez, la visita de dos representantes de la congregación a la que perteneció y que, sin ninguna duda, influyó en su interés por conservar y promocionar la lengua y la cultura de los diferentes pueblos. La relación entre los oblatos y Cadavedo supone, además, una nueva fuente de información para seguir profundizando en la vida de Galo Antonio Fernández.

Luis Ignacio Rois es el consejero general de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada. Esta visita supone, para él, "descubrir la huella que ha ido dejando un compañero nuestro, que es muy importante". Explica que la relación del Padre Galo con este colectivo religioso comenzó en los años noventa del siglo XIX, en Urnieta (San Sebastián), cuando apenas era un niño, y que se mantuvo dentro de la misma hasta su fallecimiento.

La congregación marcó la vida y obra del poeta y lingüista valdesano. "Somos una congregación misionera, y eso de conocer la gente, la cultura, hablar la lengua, es muy importante para nosotros. Está en nuestro carné de identidad", asegura Rois, incidiendo en el interés del Padre Galo por preservar el habla y las costumbres tradicionales, y por potenciarlas a través de la fiesta de La Regalina.

Paula Fernández, de la Junta por la Recuperación de la Casa del Padre Galo, señala que "tendremos más material para estudiar gracias a esta colaboración". Ayer, el grupo visitó la tumba del poeta. Hoy, en la ermita de La Regalina se oficiará una misa, seguida de los bailes tradicionales que impulsó el oblato valdesano.

Compartir el artículo

stats