Los mundos de la empresa, del arte y de la mar fueron los protagonistas de la XXXVII Edición de la "Amuravela de oro" que entrega anualmente la asociación Amigos de Cudillero a personas o instituciones que destacan por su labor a favor de Asturias o del concejo pixueto en particular. Un año más, el jurado decidió entregar tres distinciones: a la empresa Toscaf, que recogió el consejero delegado, José Luis García; al Museo Marítimo de Asturias, que fue recogida por su director, José Ramón García, y por el presidente de la Fundación del Museo, Jorge Suárez, también alcalde de Gozón, y al actor gijonés Arturo Fernández.

Los actos comenzaron a mediodía ante el Ayuntamiento de Cudillero, donde los premiados fueron recibidos por la autoridades y por los marinos de las goletas de la Armada Española "Almansa", "Graciosa" y "Alegranza", que arribaron al puerto en la tarde del sábado. Después de una breve recepción en el salón de plenos de la Casa Consistorial, dio comienzo la ceremonia, a la que asistieron más de 400 personas, entre las cuales se podía ver a empresarios, políticos y personalidades relacionadas con el mundo de la cultura y del arte.

Una "Salve marinera" dio inicio al acto de entrega de galardones, que inauguró el presidente de la asociación Amigos de Cudillero, Juan Luis Álvarez del Busto, con un discurso en el que aseguró que el colectivo "se mantiene vivo, dinámico y con futuro", a pesar de que reconoció que "sobrevivimos con dificultades, esfuerzo y sacrificios".

El primero en recibir su galardón fue el Museo Marítimo de Asturias, creado en 1948 y situado en Luanco. Su director, José Ramón García, dijo recoger la "Amuravela de oro" con mucho agradecimiento y satisfacción porque "nos viene muy bien, estamos atravesando unos momentos difíciles y este premio viene a reforzar los ánimos para seguir adelante", manifestó.

La empresa cafetera Toscaf, asentada en Pravia, fue la siguiente en recibir el reconocimiento, que fue entregado al consejero delegado, José Luis García, quien agradeció el premio y aseveró que tanto para Toscaf como para la familia "es un motivo de orgullo estar aquí presentes".

La empresa familiar, fundada en 1954, cuenta en la actualidad con 114 trabajadores y tiene presencia en todo el país, en distintos puntos de Europa y también en el norte de África.

El último en recoger la "Amuravela de oro" fue el actor gijonés Arturo Fernández, que no evitó el recurso a su humor durante el discurso de agradecimiento. Aseguró sentirse orgulloso de formar parte de la nómina de los premios y confesó que "me habéis proporcionado un día inolvidable". La celebración se cerró con el concierto del coro "Peña Roballera" y de la coral "Santiago López" de Pravia.