El argayo de la calle Clarín, aún sin solución definitiva, fue llevado ante los tribunales por los vecinos afectados, que buscaban encontrar responsables y conseguir el arreglo definitivo del talud que está tras sus casas. Desde el mes de mayo, la sentencia que condena al arquitecto y al constructor de los bloques de edificios de la calle Clarín a la ejecución de las obras de estabilización definitiva del talud es firme. Desde entonces, los vecinos esperan con anhelo ver comenzar los trabajos que les den tranquilidad para vivir en sus casas, algo que no tienen desde enero de 2013, cuando vieron la montaña venirse encima de sus edificios y que no les proporciona la obra de contención provisional que se colocó ya en 2014. El abogado de los afectados presentó la ejecución obligatoria de la sentencia, con el objetivo de agilizar los trámites lo máximo posible, pero advirtió de que el plazo de ejecución podría ser de un año, un plazo que alargará hasta 2017 el arreglo del desprendimiento. Entonces se habrán cumplido los cuatro años desde que se produjo el argayo que mantuvo a varias familias de la calle Clarín fuera de sus casas durante 14 meses.