Los destellos multicolor de las pequeñas embarcaciones atraviesan la ría de Navia. Un ramillete de pequeños deportistas, con el único arma que es la pala, golpean con incesante constancia la superficie del agua, y avanzan en todas direcciones. "Es una maravilla ver así la ría", aseguran desde tierra. Es una escena que se repite en Navia dos veces por semana desde que el club de piragüismo "Los Albiones" inició los cursillos de verano. Un total de 25 jóvenes palistas, de entre los seis y los dieciséis años, disfrutan en el estuario, a la vez que contribuyen a hacer perdurar la tradición de este deporte en el Occidente.
Joaquín Camposorio es el máximo responsable de este club, que está a punto de cumplir los cuarenta años de vida. Explica que el verano es la mejor época para lanzarse a probar este deporte, y que la ría es el marco perfecto para ello. Las temperaturas agradables, y la buena accesibilidad al agua facilitan mucho las cosas a los pequeños palistas.
"La idea que tenemos de esta actividad es que sirva para ir captando gente para la temporada, que comienza a partir de octubre", asegura. Quien lo prueba, repite, y se engancha. Tal es así que ya son más de una decena los chicos y chicas que se han comprometido a seguir paleando en el club. Durante la temporada participarán con "Los Albiones" en campeonatos y competiciones de todo tipo en las diversas categorías con que cuenta el equipo naviego.
Lunes y jueves, durante una hora, los kayaks y piraguas saltan a las aguas naviegas. En los cursos se forma en la técnica y se practica para coger fondo. Aunque los primeros días puede resultar una tarea hercúlea, en poco tiempo se le pilla el truco. "La juventud de hoy aprende muy rápido. En un mes ya pueden estar muy avanzados", incide Camposorio, que tiene varios ayudantes pendientes de los cursillistas, para garantizar la seguridad en todo momento. Mantener el equilibrio en algunas de las piraguas es el escollo más difícil para los aprendices, pero con el paso del verano este obstáculo queda superado.
El club capta, para esta iniciación, a chicos de la comarca, tanto del propio concejo de Navia como de los vecinos Coaña, Boal o Valdés. Los buenos resultados, con varias medallas en los campeonatos de Asturias y participación destacada en los nacionales, dan buena fe del éxito de esta formación deportiva, al tiempo que lúdica.
La facilidad que le dan sus instalaciones, anexas al estuario, permite a los pequeños deportistas manejarse con soltura y dar sus primeras paladas en un lugar de ensueño. "La gente de aquí no le da mucho valor, pero los que llegan de lejos quedan sorprendidos por la riqueza de la ría, las posibilidades que ofrece. Yo les digo a los chavales que no saben la suerte que tienen de poder practicar este deporte aquí", afirma Joaquín Camposorio.
Los cursillos se prolongarán hasta mitad de septiembre, cuando el verano toque a su fin y las condiciones se hagan más duras. Hasta entonces, los pequeños palistas de Navia seguirán disfrutando de su ría. "A ellos les encanta, les parece muy divertido. Más que un deporte lo ven como un juego. A la vez que practican se están divirtiendo", asegura María García, madre de dos de los participantes, y que también ha sentido el gusanillo de probar con la pala.
