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Los Prieto: el triunfo del tesón

"La bicicleta te da la resistencia física y mental para un ritmo alto de trabajo", dicen los hermanos, premio "Vegadense del año"

Marco Antonio, en una prueba celebrada en 2014. REPRODUCCIÓN DE T. C.

Vegadeo es para los hermanos Marco Antonio y Bruno Prieto su lugar de referencia en el mundo, donde está su familia y los recuerdos de niñez y juventud y, por eso, agradecen especialmente el título de "Vegadense del año", que concede la asociación "Amigos de Vegadeo y su concejo" y que recibirán el próximo jueves 11 de agosto. "Estamos orgullosos de que el pueblo de Vegadeo nos tenga presentes, como nosotros a él", explican.

El fallo del jurado señala la "brillante trayectoria profesional y empresarial" de los hermanos, así como sus "importantes triunfos" en el mundo del ciclocross, todo ello sin perder de vista sus raíces veigueñas y colaborando activamente con las actividades y eventos del concejo. Y es que los Prieto atesoran un brillante curriculum no solo en lo profesional (Marco Antonio es socio de la firma tecnológica Asac y Bruno fundó la compañía Sport Lifestyle, que fabrica las bicicletas MMR), sino también en lo deportivo, con algunos de los más relevantes títulos en el mundo del ciclocross (Marco, que suma más de sesenta victorias a nivel regional y nacional, ha sido ocho veces campeón de Asturias, mientras que Bruno, con más de 40 podios, logró el año pasado el título de campeón del mundo de ciclocross en su categoría).

Ambos llegaron tarde al mundo del deporte porque, dice Bruno entre bromas, "lo de andar en bici no estaba bien visto en casa, pues siempre había mucho que hacer". Criados en el seno de una familia ganadera, en Casa Loutón, de Porzún, sus padres les inculcaron el valor del trabajo duro para abrirse camino en la vida. Los dos estudiaron ingeniería, Marco Antonio Informática y Bruno Industrial, y ahora brillan en lo profesional. El éxito, explican, viene del trabajo duro, la capacidad de sacrificio y también de la resistencia física que les confiere su pasión por el deporte.

"Nuestros padres trabajaban las veinticuatro horas del día, 365 días al año, no existió nunca para ellos el concepto de vacaciones y eso nos ayudó, unido a la buena condición física. Está claro que las cosas se consiguen con trabajo y que la suerte se busca. En un sofá sentado es difícil que te llegue", dice Bruno, que supo convertir en profesión su pasión por la bicicleta. En 2004 comenzó a trabajar en la multinacional italiana Campagnolo y cuatro años después puso en marcha su propia empresa, que hoy suma 30 trabajadores y supera los 15 millones de facturación.

Por su parte, Marco Antonio asegura que "la resistencia física y mental para soportar un alto ritmo de trabajo te la da la bicicleta, el entrenamiento". Además, encuentra ciertos paralelismos entre el mundo de la competición y el de la empresa, especialmente en su campo, pues Asac trabaja mucho con la administración pública, por lo que sus trabajos dependen en buena medida de presentar la mejor oferta. Coincide con su hermano pequeño en que "la suerte se busca". Su empresa, instalada en el Parque Tecnológico de Asturias, cuenta con 140 trabajadores y factura más de 15 millones anuales.

Aunque han competido en diferentes modalidades, el ciclocross les viene como anillo al dedo, ya que viven a contrarreloj y en esta disciplina las temporadas son cortas y también la duración de cada carrera. "A los dos nos falta tiempo", reconocen.

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