La estela de Nicer ha regresado a Vegadeo 83 años después de que fuera hallada por el joven Arturo Barcia García en una finca del lugar veigueño de A Corredoira. Se trata de una réplica, ya que el original se expone de manera permanente en el Museo Arqueológico de Asturias, pero, tanto el consistorio como la Asociación "Amigos de Vegadeo y su concejo" consideran el hecho igualmente relevante por la importancia de esta lápida funeraria. Desde ayer esta gemela del original se puede visitar en la primera planta de la Casa de Cultural local.

"Queremos que todos los vecinos puedan verla porque son muy pocos los que la conocen", explica el presidente de la asociación, Juan José Pardo, quien en julio de 2015 planteó a la consejera saliente de Cultura, Ana González, la posibilidad de exponer en Vegadeo una pieza de la estela. Un año después su idea, que contó con el respaldo del gobierno local, se ha convertido en realidad. "Tenemos que recordar nuestra historia y que la gente conozca sus raíces", añade Pardo, quien se muestra partidario que de las piezas puedan estar en sus lugares de origen donde pueden servir de atractivo turístico.

Por su parte el edil de Cultura de Vegadeo, Abel Pérez, aplaudió la iniciativa de la asociación Amigos de Vegadeo y su concejo, a la que calificó de "verdadero artífice de este logro". Pérez considera que la lápida es uno de los más importantes patrimonios arqueológicos de Asturias y considera fundamental darla a conocer entre los vecinos. "Hay que hacer patria histórica para poder crecer", apunta el concejal.

La pieza se descubrió ayer en un acto al que asistió la directora de Patrimonio, Otilia Requejo, y que sirvió para abrir las jornadas de historia local. Precisamente la asociación Amigos de Vegadeo ha decidido centrar este año las jornadas en analizar esta pieza funeraria. Antonio García y Bellido publicó en 1943 un documento en el que se recoge la historia de esta pieza, descubierta en 1933 en una finca de Venancio Pérez. Si bien no la encontró Pérez sino el joven Arturo Barcia, que todavía vive, aunque reside en Argentina. Esta piedra es una lápida que hace referencia a Nicer Clutosi, príncipe de los albiones, uno de los primeros pueblos que poblaron las riberas del Eo. La pieza se expondrá al público junto a las escaleras de acceso a la biblioteca, si bien quedan pendientes algunos retoques que la hagan más visible y expliquen su significado.

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