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Muere el "padre" de la estela de Nicer

Muere el "padre" de la estela de Nicer REPRODUCCIÓN DE T. C.

"¡Esa es mi piedra!", dicen que exclamó el castropolense Arturo Barcia García cuando se enteró de que la pieza que a los 12 años había encontrado enterrada en una finca de Vegadeo había sido identificada como la valiosa estela de Nicer, la lápida funeraria de Nicer Clutosi, príncipe de la tribu de Los Albiones. Barcia falleció el pasado marzo a los 95 años en Argentina, feliz por saber que una réplica de su "piedra" se expondría con carácter permanente en Vegadeo.

"Gracias a todos los que colaboraron para que el Principado permitiera que se haga una réplica de la estela en Vegadeo. Estoy muy agradecido", escribió Barcia a través de un perfil de internet que dirige su mujer, María Esther Barcia. En el mismo perfil está colgada una fotografía festejando su último cumpleaños, en septiembre de 2015, que va acompañada de estas líneas: "Arturo Barcia festejando sus 95 años, lleno de expectativas por las alegrías que le trae la estela de Nicer, recientemente mencionadas en el diario LA NUEVA ESPAÑA".

Barcia dedicó los últimos años de su vida a que se reconociera su aportación, pues se sentía muy orgulloso de haber descubierto la estela en 1933. "El orgullo y la felicidad mía es la estela de Nicer", decía a sus allegados, según relata su mujer. El presidente de la asociación Amigos de Vegadeo y su concejo, Juan José Pardo, contactó hace años con María Esther y ella le trasladó lo importante que era para él que le reconocieran como el autor del hallazgo. Su deseo se verá cumplido, pues Amigos de Vegadeo, colectivo que solicitó la réplica al Principado, colocará un vinilo junto a la estela contando su historia y reconociendo el papel de Barcia.

La historia de este castropolense que emigró a América en 1952 quedó recogida por escrito en varias publicaciones de Vegadeo, tanto en la revista "La Vega" como en ediciones que salen a la luz con motivo de las fiestas y la feria de Vegadeo. Pardo y especialmente José Fernández Mesa contactaron en varias ocasiones con Barcia para que sus palabras llegaran a los veigueños.

"La piedra, estela de Nicer, la encontré yo en La Corredoira cuando tenía 12 años. Cuando la vi en internet no lo podía creer". Así explicaba cómo se enteró en 2010 del valor de la estela y de que estaba expuesta en el Museo Arqueológico de Asturias. Sin embargo, su historia se remonta a 1933. Aunque Barcia es natural de Samagán (Castropol), pasaba diariamente por la casa de Venancio Pérez en La Corredoira. En una ocasión, Venancio, que ejercía como médico y veterinario, le pidió que fuera a recoger la mula y una azada que había dejado en un terreno cerca de casa. "Estando en el lugar, primero localizo la azada y la tomo. Al hacerlo, pude ver la punta de una gruesa losa que me llamó la atención, especialmente por el lugar, ya que era un terreno desprovisto de piedras, pues allí sólo se sembraba. Despertó mi curiosidad y comencé a sacarle tierra". Así narra Barcia aquel acontecimiento en un escrito autobiográfico publicado en el número 108-109 de la revista "La Vega".

Barcia logró desenterrar la estela y con ayuda de una carretilla la trasladó a un cobertizo de Venancio. Durante un tiempo tanto Venancio como Arturo trataron de pedir ayuda para descifrar la inscripción. La cosa quedó ahí y Arturo continuó su vida y no volvió a saber más de la estela. En 1942 el arqueólogo Antonio García y Bellido fue a identificar la lápida a casa de Venancio y fue el encargado de transcribir el texto y divulgar su valor. Una réplica de la estela se expone ahora en Vegadeo, 83 años después de su descubrimiento.

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