"Recuerdo cuando mis padres me llevaban de pequeño a San Roque el impacto que me causaba ver todo lleno de coches y el campo abarrotado de gente, había que marcar un punto de encuentro porque era imposible verse", rememora el atleta tinetense David Fernández, para quien los mejores años de la fiesta los recuerda en plena adolescencia, "cuando creamos la peña y pasábamos todo el día en el campo de San Roque".