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El ayudante de "El renacido", en la jira de Navia

Marcelo Rodríguez, que colaboró en el rodaje del filme de DiCaprio, viaja 12.000 kilómetros para estar en las fiestas de la villa

Marcelo con dos indios de "El renacido".

Marcelo Rodríguez es un argentino que cada verano viaja 12.000 kilómetros para asistir a las fiestas de Navia. Esta vez llega con los honores de haber colaborado en el rodaje de la oscarizada película "El renacido", dirigida por Alejandro González Iñárritu y protagonizada por Leonardo DiCaprio. A pesar de tener antepasados asturianos no fue hasta hace diez años cuando visitó por primera vez Asturias, un hecho que abrió una nueva etapa en su vida.

Aprovecha el encuentro para contar a LA NUEVA ESPAÑA cómo está afectando el cambio climático a la localidad donde reside, Ushuaia, la capital de una pequeña isla cercana a la Antártida, Tierra del Fuego, una provincia de Argentina que cuenta con 140.000 habitantes. Rodríguez, de 52 años, la describe como "el fin del mundo". Gracias a ello se jubiló a los 50 años aprovechando una ley (derogada hace año y medio) que consideraba un factor reductor "vivir tan lejos y en condiciones tan extremas".

Y allí se rodó parte de la película "El renacido" porque "empezaron a grabar en Canadá pero se quedaron sin nieve", explica Marcelo Rodríguez, al que un amigo relacionado con la producción le ofreció alquilar su casa a Leonardo DiCaprio o Tom Hardy, aunque "eso al final no salió y se fueron a un hotel". Marcelo Rodríguez, que fue directivo en el Banco de Tierra del Fuego, describe su casa con humildad: "Supongo que buscaban algo típico, y aunque mi casa es moderna es una cabaña de piedra que tiene una chimenea. Es bastante linda y cálida". A pesar de que esa primera intención no se pudo llevar a cabo, la productora le ofreció trabajar en el rodaje y no lo dudó: "Me apeteció tener una experiencia nueva y distinta vinculada a Hollywood".

Su labor durante los quince días que duró la grabación de la película estuvo vinculada a "montar la caballeriza y cuidar los caballos", cuenta Rodríguez, que pese a tener una jornada de trabajo "desde las cinco de la mañana hasta las ocho de la tarde en unas condiciones de nieve, hielo y frío", reconoce que la experiencia fue "buenísima". Dos semanas fueron suficientes para que Marcelo Rodríguez se quedara impactado por la profesionalidad con la que se trabajaba: "Si había que tirarse cuarenta veces al agua fría lo hacían". Además, comenta que "me llamó mucho la atención de la organización y cómo ambientaban la escena. Ibas a las ocho de la mañana y a las tres de tarde y era un lugar completamente diferente".

En 2006 Marcelo Rodríguez visitó Asturias por primera vez. Aquel día abrió una nueva etapa en su vida. Aunque sus antepasados tienen su origen en Luarca, comenta que "hoy por hoy lo que más me une a España es Navia".

Además de su vínculo familiar, la folixa es otro de los motivos por los que visita el Principado. Es más, cada verano hace coincidir sus vacaciones en Asturias con la segunda quincena de agosto para disfrutar de las fiestas de su pueblo y de su familia: "En Argentina no hay fiestas como éstas de prau; si vengo a España, más allá de la familia, es por las fiestas de Navia", bromea Rodríguez, que desde hace una década viaja 12.000 kilómetros para disfrutar con los amigos y la familia en una auténtica celebración asturiana: "La jira de Navia es impresionante. Hasta que me muera voy a seguir viniendo", cuenta. "Hace tres años no me avisó y apareció en la fiesta de la Barca, que es el día grande de las fiestas de Navia; es como si yo me voy a Moscú porque me encanta el vodka", relata su primo hermano Miguel Ángel Méndez, de 39 años y natural de Navia.

"En mi historia personal siempre tuve muy presente Asturias. Cuando llegué era como estar en una película y ser el protagonista porque me venían todos los recuerdos de mis antepasados", comenta Marcelo Rodríguez, que considera que hace diez años comenzó a establecer una "extensión" de su familia en Navia. No le podía haber ido mejor porque reconoce sentirse "encantando en Asturias", de la que destaca "la belleza de los puertos marítimos, la comida, la sidra y especialmente las montañas".

Rodríguez, procedente de una tierra marcada por su proximidad a la Antártida, explica los efectos del cambio climático en su comunidad: "Antes nevaba desde principios de mayo y este invierno no empezó a nevar hasta principios de agosto, lo que es rarísimo. Además, desde hace siete u ocho años el sol quema más".

También reconoce que acostumbrado a las grandes distancias de Argentina, lo que más le llamó la atención fue la proximidad entre los pueblos del occidente asturiano: "Allí para ir a ver a mi hermana tengo que recorrer unos 4.000 kilómetros. Es todo a lo grande", comenta Marcelo Rodríguez, que aunque considera Argentina como "su primera casa" se ve viniendo cada vez más tiempo al Principado de Asturias, porque "Navia es uno de mis lugares en el mundo, y por ello y por la acogida que he tenido en esta villa llevo una década visitándola 'desde el fin del mundo'".

Un ejemplo de que el sentimiento asturiano tira mucho y que la distancia no impide disfrutar de la familia, los amigos y las fiestas de prau, aunque de por medio esté el rodaje de "El renacido".

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