Miles de romeros recibieron hoy, al grito de "San Timoteo, eo, eo", a la imagen del santo que apadrina una de las grandes romerías del verano asturiano. En el campo de la fiesta luarquesa por excelencia, el buen ambiente, la música, la comida, la bebida y las ganas de pasarlo bien hacen que, como de costumbre, la villa de Luarca se vuelque por completo con su patrón.

Bajo el sol y al son de la charanga, despertaban hoy a la villa a las 10.00 para convocar a los romeros a la procesión que recorrió las calles seguida por los representantes de la Cofradía, autoridades y ambientada por el estallido de los palenques, el colorido de los gigantes y cabezudos y el carro de "El Pardín" de Almuña, portador de la tradicionales barricas de vino, para dirigirse al campo de San Timoteo. Allí, a las 12.30 se celebró en la capilla la misa seguida de la procesión por el campo. Luego los romeros cantaron el "Cumpleaños feliz" a San Timoteo y la popular canción de la romería, y se repartió el vino y las "tes" entre los cofrades, actos que dieron paso a la romería en el propio campo. Así hasta que llegue la noche cuando los romeros desfilarán hasta el centro de Luarca.

Luarca encara así el final de sus fiestas con la celebración de su día grande, el de San Timoteo. Aunque durante todo el fin de semana la villa valdesana ya fue un hervidero de actividad. Ayer se celebró el tradicional desfile de gigantes y cabezudos. Por la mañana comenzó el pasacalles por el centro de la villa con varias agrupaciones musicales y a mediodía el estruendo de los barrenos interrumpió el sonido de las charangas para dar paso al "xareo" y al desfile de los gigantes y cabezudos, que pasearon por las calles seguidos por una multitud que animaban a los personajes a bailar.

Un momento muy esperado del día sería la tirada de fuegos artificiales a cargo de la empresa Pirotécnica Pablo de Cangas del Narcea, a medianoche, que anunció la llegada del día de campo.