Gustavo Suárez Pertierra, quien ocupara los ministerios de Educación y Defensa durante la última legislatura del socialista Felipe González, defendió ayer en Navia "la disposición al diálogo y la ausencia de dogmatismos que permitan encontrar zonas de entendimiento" como algunas de las cualidades más importantes que debe poseer un político al ejercer el servicio público. También señaló la "formación humana y en valores, que, al fin y al cabo, es la única coraza que nos puede defender de la lacra fundamental que sufrimos, que es la corrupción".

Suárez Pertierra participó como ponente en las XIII Jornadas de Historia de Navia, que están centradas en el papel de los políticos asturianos en el Gobierno de España. Para el coordinador de la iniciativa, Servando Fernández, contar con ponentes de la talla del exministro "es todo un lujo, por su papel trascendental en el Gobierno nacional".

Suárez Pertierra desgajó su carrera política por etapas, desde sus inicios en la Universidad hasta su llegada al primer cargo de relevancia, en la Dirección General de Asuntos Religiosos, hasta sus vivencias como ministro. Desde su experiencia, quiso lanzar, además, un alegato en defensa de la Transición: "Se trató de un fenómeno político de primera magnitud. Ante las voces que tratan de quitarle importancia, cabe destacar que se trató de un modo de hacer política a través del diálogo y del entendimiento, que nos ha permitido vivir en paz durante todos estos años", afirmó el político y jurista nacido en Cudillero.

La jornada de ayer, la última de este ciclo, se completó con la intervención de Ramón García Piñeiro, que versó acerca de la resistencia al régimen franquista, y de Juan Manuel Méjica, que repasó la representación plástica de varios políticos de la región.