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FERNANDO RODRÍGUEZ DEL CUETO | Director de campo de la excavación arqueológica del dolmen de Salas

"La monumentalidad del dolmen de Salas da idea del esfuerzo de su construcción"

"La divulgación es el mejor medio de protección, es una forma de generar respeto por el patrimonio en la sociedad"

Fernando Rodríguez del Cueto, en la excavación de Salas. SARA ARIAS

Fernando Rodríguez del Cueto es profesor de la Universidad de Oviedo y el director de campo de la excavación arqueológica del dolmen de la Campa San Juan (Salas). Una investigación promovida por la Fundación Valdés-Salas que pretende rescatar del olvido los túmulos funerarios de época megalítica del concejo. Y no sólo eso, también quieren que el público conozca su patrimonio y para ello organizaron una visita guiada a la excavación que tuvo un gran éxito, pues en la misma participaron cien personas.

-¿Qué hay en la Campa de San Juan?

-Estamos estudiando una parte del mundo funerario megalítico con construcciones tumulares muy características, que son el principal testimonio que hay, pues los poblados son escasos o poco conocidos. Hay más de un millar por toda la región y una tradición de estudio desarrollada. Estas construcciones tienen unos 6.000 años de antiguedad y llegan hasta alrededor del año 2.000 a.C.; en ese período utilizan esas construcciones como forma de expresión funeraria.

-¿Qué trabajos desarrollan en el yacimiento?

-Tratamos de buscar, a través de un sondeo, la secuencia completa de cómo se construyeron. Intentamos alcanzar la base natural de la que ellos partieron para elevar esa montaña artificial. Gracias a eso sabemos que hay varios momentos relacionados con la construcción. Ahora haremos un estudio más dilatado durante el invierno, con análisis de sedimentos con los que podremos ir viendo la distancia temporal de esas fases. Dependiendo de la precisión que alcancemos, podremos ver la relevancia de esas fases.

-¿Están en relación con usos rituales?

-Se conoce bastante gracias a las investigaciones de Miguel Ángel de Blas Cortina, catedrático de Prehistoria de la Universidad de Oviedo, que ha ido documentando desde los años sesenta los elementos relacionados con estas construcciones. Aparecen ajuares muy destacados, que tienen que ver con el ritual o con los elementos que acompañan a las personas. Al margen de las ofrendas, parece haber en algunas estructuras un proceso ritual relacionado con la preparación previa del espacio.

-¿Realizaron algún hallazgo de este tipo en Salas?

-Sí, apareció parte del instrumental que utilizaban, en piedra, en relación a los elementos que abandonan o como ofrendas que realizaron en la cámara.

-Destaca la monumentalidad del dolmen salense, ¿por qué?

-La superficie de la cámara es bastante extensa para lo que son en nuestra región. Además, tiene grandes piedras que superan los dos metros y que dan relevancia al esfuerzo que acompañó la construcción de ese espacio funerario.

-¿Sufrió saqueos el túmulo?

A mediados del pasado siglo se puso dinamita en la laja que tapaba la cámara y se destruyó en varios trozos, lo que alteró la morfología de la estructura.

-En el túmulo de Peñausén se encontraron policromías en las piedras, ¿es común en los dolmenes?

-Se conserva algún resto, pero habría que determinar si responde a fenómenos naturales o si son pinturas. Que existan no es extraño en el norte de la Península, el dolmen de Santa Cruz, en Cangas de Onís, es el referente principal en el que aparecían pinturas con diferentes motivos.

-¿Cuál será el siguiente paso de la investigación?

-De momento, iniciar con el departamento de Botánica de la Universidad de Oviedo una colaboración para recuperar restos de pólenes que sean contemporáneos a la estructura. Esto nos daría parte del paisaje vegetal que había. También empezaremos a analizar toda la información que recogimos en la excavación en el área de Prehistoria de la Universidad de Oviedo.

-¿Y a más largo plazo?

-La intención de la Fundación Valdés-Salas es continuar, y será explorando en campañas futuras para ir confirmando hipótesis e incrementar el nivel de información que tenemos, para que nos permita resolver las dudas que se puedan plantear. El paso final, a largo plazo, sería la consolidación y restauración del monumento y desarrollar labores de divulgación.

-En la jornada de puertas abiertas, el equipo de campo se mostró sorprendido por la asistencia de cien personas, ¿es poco habitual este interés?

-La gente suele responder, pero, desde luego, el otro día fue significativo, con gente de distintos concejos. Creo que hay una buena dinámica en Salas con respecto a su rico patrimonio arqueológico, que no sólo es prehistórico. Esto tiene mucha relación también con la actividad de la Fundación, que puso transporte y consiguió movilizar a la gente, demostrando que hay un interés por los restos de nuestro patrimonio.

-¿Qué objetivo persiguen con estas actividades de divulgación?

-Los arqueólogos no desenterramos cosas, detrás hay sociedades que han creado esos restos. Lo mismo pasa con la gente, si el trabajo no se divulga hay una parte que queda coja; por eso es fundamental dar a conocer hallazgos, novedades y la forma de trabajo. Creo que es la mejor manera de protección, a través del conocimiento, es una forma pasiva que genera respeto por el patrimonio.

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