El sacerdote tomó el libro "Vento d'outono" y lo dejó sobre el féretro de su autor, Manuel García-Galano, junto a una rosa blanca. Lo hizo inmediatamente después de leer uno de sus relatos, un texto breve en el que Galano recordaba un pasaje de su infancia, en el que había quedado impresionado por una banda de música a la que acompañó. Un pasaje, como muchos de los que escribió la pluma del autor, cargado de sencillez y buen humor. Unas líneas que ejemplificaron, en boca del párroco, todo lo que este tapiego significó para la cultura y las letras del Navia-Eo.

"Gente como Manuel nos hace sacar algo más de la materia que somos, el espíritu, el ánimo", afirmó el sacerdote tapiego Andrés Pérez, que describió al escritor como una persona "humilde y sencilla". "A través de la palabra nos ha hecho reír, nos ha hecho llorar y nos ha hecho recordar y aprender cosas que se han ido perdiendo", apuntó Pérez, que alabó al escritor tapiego por "haber puesto su don al servicio de la gente".

El gesto del sacerdote formó parte de la emotiva ceremonia con la que Tapia de Casariego despidió ayer a uno de los buques insignia de la literatura en gallego-asturiano. Era, además, una persona "agradable, muy cercana", según lo describieron varios vecinos, que recordaban la vitalidad de Galano para participar y ser un actor social más dentro de la vida del concejo, sobre todo en los años en que dirigió a grupos de aficionados al teatro. También sus paseos por la villa tapiega cuando, ya viviendo en la residencia, siempre guardaba unos días para regresar a su tierra natal y encontrarse, de nuevo, con sus raíces.

Fueron decenas de personas las que se acercaron a la iglesia parroquial a despedir a su insigne escritor, nacido en la localidad de A Roda en el año 1922. Entre ellas se encontraban varios de sus discípulos en el mundo de las letras. Tampoco fallaron un grupo de artistas locales, que arroparon a Miguel Galano, pintor e hijo de Manuel García-Galano.

También quisieron mostrar su apoyo a la familia y su respeto a la figura del escritor diferentes representantes de las asociaciones culturales de la comarca. Fue el caso, por ejemplo, de David González, presidente de la Asociación Cultural Arcángel San Miguel de El Franco. "Fue uno de los precursores de la defensa de la cultura del Occidente de Asturias. A personas como él se le debe que la cultura, la fala especialmente, sigan vivas. Ha sido un ejemplo a seguir y un espejo en el que mirarse. Realmente, el Galano marcó un poco el inicio de todo eso, fue alguien importantísimo para la comarca, y a quien las personas que sentimos las tradiciones del Occidente siempre le vamos a deber un gran favor", señaló González.

Desde San Tirso de Abres, y como presidente de la asociación San Tirso del Eo, Ángel Prieto también se muestra de acuerdo con este sentir general. Prieto reconoce "el gran mérito de luchar por una lengua vernácula en unos tiempos difíciles", y lo considera "un hombre con una gran vitalidad intelectual, adelantada a su tiempo". "Forma parte de una generación que dignificó nuestra lengua materna y la elevó hacia la escritura. Cualquier entidad cultural debe saber valorar este papel", señala Priento.

Esther García, escritora y miembro de la Academia da Lingua, destacó de Galano que "fue un precursor de la fala de su tierra, en unos tiempos muy difíciles", y que realizó una gran contribución al acervo cultural de la lengua asturiana.

Manuel García-Galano falleció el domingo, en Balbona (Siero) a los 94 años de edad. Tras el entierro de ayer, la familia ha preparado un funeral en Oviedo. Será mañana, a las siete, en la iglesia San Javier de la Tenderina.