Con la coqueta iglesia de Navelgas a rebosar, en el tradicional día de La Caridad, Manolo Linares dio a conocer ayer su última obra, en la que cobra especial protagonismo la problemática mundial de los refugiados. En un agitado y turbulento mar, en donde se balancea violentamente una barcaza y un grupo de náufragos lucha por sobrevivir, aparecen tiburones y grandes medusas. "Estos animales simbolizan los malos gestores que provocan las tragedias humanitarias", explicó Linares, quien se mostró muy satisfecho de poder realizar esta obra en la capilla de La Caridad del Cobre, una talla muy venerada por los emigrantes en Cuba.

La inauguración de las pinturas, realizadas a proposición del párroco, Alejandro Fuentevilla, tuvo como invitado de excepción al Padre Ángel García, fundador y presidente de Mensajeros de la Paz. Éste recordó que la Iglesia está muy solidarizada con el problema de los refugiados, comenzando por el Papa Francisco, quien se acercó a las playas griegas para conocer de primera mano esta situación.

"Está muy bien que en las iglesias haya testimonios preciosos como éste, como el que muestra al niño Aylán en la playa", apuntó el Padre Ángel, en relación con una figura que evoca a la del menor de origen sirio yaciendo sin vida sobre la arena. "Es una pintura muy propia de Manuel García Linares, que lleva en su vena lo social", agregó el misionero.

El autor de la obra señaló, a su vez, la ligazón que une a La Caridad del Cobre con la situación de los refugiados. "La Virgen empezó a tener predicamento aquí cuando los emigrantes la trajeron a su regreso de Cuba. Llegó a tener una devoción inusitada. Los emigrantes de entonces son los refugiados de hoy, que se mueven por el hambre, el trabajo o, en el peor de los casos, las guerras".

El su afán de dotar de "actualidad" a la pintura, Linares dibuja pocos pescadores "porque el sector está decreciendo en la actualidad", y centra la temática en aquellos que arriesgan su vida en la mar para lograr una existencia mejor, dejándolo todo atrás para buscar fortuna en otros países.

"Pretendo que se considere a La Caridad del Cobre, además de patrona de los cubanos, como guardiana de los emigrantes de todo el mundo. Y que la pintura se convierta en un revulsivo más, para que dote de dinámica al pueblo", remató el artista tinetense.