El juego de la suelta del pato de Cueva (Valdés) se celebrará mañana y, como ocurrió hace tres años, vuelve a estar cargado de controversia. El motivo: el posible maltrato que sufren estos animales que se sueltan en la desembocadura del río Esva para que los nadadores que lo deseen les den caza.

La Coordinadora para el estudio y la protección de las especies marinas (Cepesma) ya ha mostrado su disconformidad con la fiesta. Lo mismo ha hecho Izquierda Unida de Valdés (en principio socio de gobierno del PSOE hasta que decidió romper el acuerdo, algo a lo que se negó su único concejal, Gumersindo Cuervo, que ha sido suspendido de militancia). "Para empezar, el gobierno de Valdés incumple la Ordenanza de tenencia y protección de animales", explica la asamblea de IU.

Esta norma local, que se aprobó gracias a la insistencia de la coalición, prohíbe "obsequiar o distribuir animales con fines de propaganda o distribución comercial; como regalo, premio de sorteos y, en general, cualquier tráfico distinto de la venta en establecimientos autorizados o del obsequio individual entre personas físicas". IU pide por ello que se investigue esta celebración y que, en su caso, "se depuren responsabilidades" y se dé traslado de lo ocurrido al fiscal o a la autoridad judicial pertinente.

El presidente de Cepesma, Luis Laria, también critica la actividad. Considera que en el juego "hay maltrato" y pide al pueblo organizador que destaque "por otro tipo de actividades".

"No hay maltrato"

Por el contrario, el portavoz de la comisión de fiestas, José Manuel Peláez, cree que el animal "no sufre". "Es una fiesta que se celebra desde hace décadas. Nunca ha pasado nada y nos parece que detrás de todo esto hay mucha demagogia. De esta fiesta disfrutan personas que viven en la zona rural y que saben tratar bien a los animales porque conviven con ellos", señala. Los organizadores continúan adelante con la fiesta pese a las críticas.

La asociación de veterinarios abolicionistas de la tauromaquia y del maltrato animal ha realizado un estudio del comportamiento del pato que concluye que sí hay maltrato: "Los animales se ven sometidos a ambientes antinaturales, lo que supone un maltrato físico y emocional que provoca daños y angustia injustificada".

El alcalde de Valdés, Simón Guardado (PSOE), entiende que el gobierno "sólo concede el permiso para organizar una fiesta de las muchas que se celebran". Dice que no observa maltrato y que no se incumplen normas.