Un tomate, para que sea bueno, tiene que cuidarse como antaño. Al menos es lo que opina Pilar Marcos, de El Llano, tras imponerse en el Festival del tomate de la huerta de Cangas del Narcea el pasado martes por la noche. Era la primera vez que llevaba su producción al concurso, y el resultado ha sido sorprendente: "Quedé loca de contenta, me enteré haciendo la cena", señala.
Marcos cultiva sus tomates como se hizo toda la vida, "con mucho trabajo". Utiliza abonos y fertilizantes naturales que no contaminan de químicos el producto, y cree que ahí está el éxito de su producción. Además, los tiene plantados al lado de la nave de la casa; eso evita que les dé el aire del norte, "que les endurece mucho la piel y no crecen igual", matiza.
Dice que este año la cosecha está siendo buenísima, de las mejores en años, y todo por el calor: "Al llover poco crecieron bien, este calor que parece Málaga les ayuda", resuelve. Tal ha sido la buena marcha del cultivo que en su casa los recogen desde las fechas del Carmen, el pasado mes de julio, y tienen previsto tener tomates de temporada hasta octubre. Marcos está a la espera de conseguir una pieza como la que creció el año pasado en sus terrenos, un tomate que alcanzó el kilo y cuatrocientos gramos.
Y es que Marcos ganó en sabor, seguida en segunda posición por María Jesús Gómez, de Limes. "Los tomates son ecológicos y lo cierto es que los cuido mucho con riego porque están en un sitio muy soleado, con luz durante todo el día", precisó. La tercera clasificada fue Alicia, de Obanca. El podium se quedó en Cangas del Narcea, aunque también participaron productores de concejos limítrofes. Precisamente en Obanca creció el tomate de más peso, 1.286 gramos, que se llevó la también canguesa Marisa Araniego.
El tomate de Cangas del Narcea crece en calidad y también en superficie, animado por el festival, que el próximo año abrirá la convocatoria a toda Asturias. Y para darle salida a tanto tomate, la ganadora lo tiene claro: "Lo mejor es con aceite de oliva y sal, pero también son muy buenos para sofritos o salmorejo, lo que me queda lo voy congelando troceado en bolsitas". Así se da cuenta del buen tomate cangués.
