El agua de las viviendas de Luarca vuelve a ser recomendable para beber. Los análisis realizados ayer por la empresa encargada del mantenimiento de la red indican que los valores de cloro, turbidez y color están dentro de los parámetros exigidos por la ley. La alarma saltó el pasado viernes cuando la rotura de una tubería de la red principal dejó a los 6.000 vecinos de la capital de Luarca y los núcleos de Villar, Barcellina, El Chano y San Martín con restricciones para el uso del agua. No se podía consumir ni cocinar con ella hasta nuevo aviso, según aconsejaron. Esto derivó en que tiendas y supermercados vieron mermadas considerablemente sus existencias.
La avería obligó a habilitar un bombeo directamente desde el río Negro. El agua que llegó a los hogares se cloró en todo momento, "pero para evitar males mayores y hasta conocer el resultado del muestreo, el viernes recomendamos que no se consumiera", indicó ayer el concejal de Obras, Ricardo García Parrondo.
Es habitual que Luarca y los pueblos del entorno sufran algún corte o restricción de suministro a lo largo del año por el mal estado de la traída. Elena Pérez, vecina de Luarca, lamentó ayer esta situación. "Lo peor de todo es que estamos acostumbrados. Cuando no podemos cocinar, descongelas comida. Hay que ser previsor", indicó. Los supermercados de la villa fueron los primeros en notar el problema. "Las ventas se duplicaron", señaló ayer la encargada de un céntrico híper de Luarca, Isabel García. Los hosteleros, por su parte, mostraron su indignación. El presidente de la asociación de turismo Valdés-Luarca, Evelio Sánchez, urgió como siempre en estos casos la puesta en marcha de la nueva red, que está en obras. Algunos hoteles de Luarca, por contra, dijeron desconocer las restricciones y los gerentes aseguraron que no es habitual que los clientes beban agua del grifo: "Siempre preguntan". La situación se normalizará, si todo transcurre como se espera, entre hoy y mañana. La obra millonaria para sustituir las tuberías, muy deterioradas, está en marcha. A finales de año podría concluir el tramo que une La Capitana con la captación, según García Parrondo. El remate de la obra se espera para 2017.
