Cuando el docente castropolense Francisco Rivas recaló en 2003 en el Colegio Rural Agrupado (CRA) Ría del Eo, la escuela de Piantón contabilizaba 6 alumnos, una cifra insignificante si se compara con los 32 que suma este curso. En la actualidad, la matrícula de este centro veigueño, con dos escuelas en Piantón y Abres, se sitúa en los 47 alumnos, 17 más que el curso 2015-2016. Está claro que este centro, que el año pasado celebró por todo lo alto sus veinticinco años de historia, vive un momento dulce.
"El secreto del éxito es trabajar todos los días, creer en lo que haces y estar concienciados de la importancia de la escuela rural, porque tiene futuro", defiende Rivas, orgulloso de que el centro que dirige haya registrado este curso un aumento de matrícula del 56%. El colegio que más crece es el de Piantón, con 32 alumnos, frente a los 15 de Abres. El Ría del Eo recibe alumnos de diferentes puntos del concejo de Vegadeo, e incluso de los municipios lucenses de Ribadeo y Trabada. Insiste Rivas en que la elección de centro es libre y hay familias que apuestan por este tipo de enseñanza y se desplazan a diario para que sus hijos se formen en una escuela rural.
El aumento de matrícula no ha influido en la dotación de la plantilla, pero sí les ha obligado a hacer ajustes en el centro y en Piantón, donde se concentran más alumnos además de la sede del colegio, se han habilitado dos aulas para desdobles. El centro cuenta este 2016-2017 con siete profesores a jornada completa, uno a media jornada y cuatro más compartidos con los centros Occidente y Tapia-Castropol, además de con los colegios Jovellanos y La Paloma.
Rivas dice que el tamaño del centro les permite dar un trato más familiar y una atención personalizada a los pequeños, en definitiva lograr "que estén a gusto y sean felices". Además de esta atención, explica que el centro trata de involucrarse en los diferentes programas que plantea la administración como el denominado Contrato-programa que estrenaron el curso pasado y que pretende mejorar la convivencia y la participación y apostar por la innovación y la atención a la diversidad. El año pasado en materia de innovación los pequeños crearon con impresoras 3D unos percheros individualizados para colgar toallas y evitar el empleo de papel en el centro.
En los planes para este curso dentro de este contrato-programa figura la mejora de la biblioteca de Abres, que se remodelará para que sea más cómoda y pueda ser usada no solo por los alumnos sino también por los vecinos del pueblo. Se ubicará en la planta alta del edificio, donde se localiza el salón de actos. También quieren seguir avanzando en nuevas tecnologías y pretenden que cada docente pueda disponer de una tableta. Pese a la notable mejora experimentada por los centros de Abres y Piantón, aun hay asuntos pendientes.
En Piantón es necesario pintar la fachada y arreglar las cornisas. Este año se han realizado mejoras en el patio de Piantón, como la renovación del suelo del parque infantil o la colocación de una valla protectora que lo separa de la pista polideportiva estrenada el curso pasado. Ahora quieren mejorar el vallado perimetral del centro y sustituir el césped del patio, que está en mal estado. También están pensando en crear un mural que embellezca uno de los muros que rodean el patio.
El Ría del Eo ha logrado la estabilidad necesaria para crecer y consolidarse y, sobre todo, dejar atrás la época en la que vio peligrar su futuro. No en vano, el centro entró en funcionamiento en el curso 1989-1990 con diez escuelas repartidas en diferentes núcleos de los concejos de Vegadeo, Boal y Castropol. El retroceso de la natalidad fue cerrando paulatinamente las escuelas, hasta dejar el centro reducido a dos escuelas. Sin embargo las cifras de matrícula son prometedores y el CRA sonríe al futuro.
