La asociación para la protección de animales "Ashawanhda" consiguió curar y devolver a su hábitat natural a un águila calzada golpeada en vuelo por un coche hace unos 20 días. El hecho sucedió en las proximidades de la localidad allandesa de Villagrufe, cuando el ave, presumiblemente en plena acción de caza, se cruzó ante un vehículo que no pudo hacer nada por evitar el impacto. Como consecuencia del choque el águila quedó tendida en el suelo e inconsciente.
No obstante, la suerte acompañó al ave, ya que el conductor del vehículo, preocupado por su estado, decidió ponerse en contacto con la asociación con el objetivo de evitar su muerte. "El conductor conocía la labor que realizamos y no dudó en avisarnos, salvándole la vida, porque, en muchas ocasiones, tras estos choques, los animales acaban en las cunetas", explica Isidro Rodríguez, encargado de acudir a recoger al águila, a la que encontró inmóvil y sangrando por la cara.
"Me traje el águila a casa y le lave la cara descubriendo que tenía una herida en el pico; se lo curamos, pero la dejamos en observación unos días hasta que cicatrizó bien y para comprobar que no tenía ningún daño interno ni en las alas", relata Rodríguez.
En su finca cercana a Pola de Allande, donde recoge animales en adopción y adiestra otros para trabajar con ellos en terapias con personas dentro de la asociación, estuvo durante 20 días el ave rapaz, en concreto en una habitación con vistas al monte sin presencia humana. Para realizarle las curas aprovechaba la noche y le vendaba los ojos para evitar que sufriera estrés.
Después de 10 días en curación, el águila calzada comenzó a comer mejor y quince días después lo hacía con normalidad, lo que indicó a sus cuidadores que era la hora de soltarla y devolverla a su medio natural.
La suelta se produjo en la misma finca de Isidro Rodríguez, que se encuentra en las proximidades del lugar en el que se produjo el accidente.
"La soltamos y se fue volando tranquila, es su zona, la conoce bien, así que no tendrá ningún tipo de problema de integración", apunta Matilde Rodríguez, presidenta de la asociación.
Ambos están convencidos de que si el conductor que tuvo el choque con el ave no se hubiese puesto en contacto con la asociación "Ashawanhda", el animal no se habría recuperado.
"No podía comer por la herida del pico y tenía obstruidos los orificios nasales, por lo que respiraba con dificultad, así que en plena naturaleza esos problemas le hubiesen impedido sobrevivir", subraya Isidro Rodríguez. Por ello, la presidenta de la asociación se alegra de que cada vez "haya más gente concienciada y se preocupe de que los animales puedan ser atendidos y curados después de un accidente".
