La Consejería de Infraestructuras ha tardado un año y medio en dar respuesta al argayo de la acera junto al pósito de Figueras, que produjo la rotura del colector del saneamiento, con los consiguientes olores en una de las zonas más turísticas de la villa. La Junta de Saneamiento intervino hace unos días en la zona para retirar el trozo de acera que amenazaba con venirse abajo y sustituir la tubería dañada.
Fuentes de Infraestructuras indican que la obra fue adjudicada por la Junta de Saneamiento a la empresa New Construction S. L., que se ocupó "de restaurar esa tubería y consolidar el talud, con lo que el problema está resuelto".
Los vecinos aplauden la solución de este problema, aunque lamentan la tardanza de una actuación que se ejecutó en menos de tres días. En estos términos se expresa el presidente de la asociación vecinal As Figueiras, José Ramón Martínez, quien no comprende que se dejara pasar casi dos años sin actuar, pese a los olores y molestias que ocasionaba esta situación. Este colectivo llegó incluso a denunciar el asunto ante el Seprona de la Guardia Civil por considerar que el vertido de aguas residuales en plena villa podía constituir un delito contra la salud pública.
Cabe indicar que la rotura del colector se registró en un punto que conectaba el ala derecha de la villa con la estación de bombeo del puerto, por lo que se trataba de aguas fecales sin depurar. Este vertido provocaba, según denunciaron los vecinos, un "olor insoportable" en determinadas horas del día. Además, el punto de vertido estaba pegado a un local hostelero del puerto y a orillas de la ría del Eo.
Reparar la acera
El Alcalde de Castropol, José Ángel Pérez, reconoce los problemas que este derrumbe estaba provocando en la zona y por ello aplaude la actuación del gobierno regional. Explica que ahora queda por decidir si se repara o no la acera en este punto, ya que la solución optó por eliminar el trozo de acera que amenazaba con caer. "Hay que trabajar de cara a que quede resuelto de manera definitiva", apunta Pérez, que incluso plantea como opción la posibilidad de habilitar en este punto una bajada en condiciones hasta la zona portuaria. No obstante, reconoce que esta actuación requeriría ayuda del gobierno regional.
La reparación del argayo se demoró en parte porque había un conflicto de competencias entre el Ayuntamiento de Castropol y la administración regional. La propia consejera de Infraestructuras, Belén Fernández, lo explicó en sede parlamentaria cuando indicó que la acera era competencia de la administración local. Sin embargo, se comprometió a buscar una solución que vino de la mano de un estudio geotécnico.
Los operarios acometieron los trabajos en este punto entre finales de agosto y principios de septiembre. Sustituyeron la tubería dañada y retiraron todo el material que amenazaba con venirse abajo y provocar daños en la zona portuaria.
