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Los usuarios rechazan que la carretera de Cudillero a Serantes sea peligrosa

Vecinos y conductores habituales de la nacional 632 a su paso por la costa creen que la reducción del tráfico gracias a la autovía mejoró la circulación

Los usuarios rechazan que la carretera de Cudillero a Serantes sea peligrosa

"Esta carretera es para bohemios o necesitados". Lo dice José Peláez, vecino de Canero (Valdés) y uno de los usuarios de la nacional 632 entre Cudillero y Canero, antaño con gran tráfico pero en la que ahora se ha reducido considerablemente tras la apertura de la Autovía del Cantábrico. Aún así, este tramo, junto al de El Espín (Coaña)-Serantes (Tapia), es uno de los 300 más peligrosos de España, según un listado de la Dirección General de Tráfico. No obstante, sus usuarios habituales creen que esto era más bien antes y que ahora la nacional no es tan peligrosa al tener menos coches.

El de Cudillero a Canero se tratan de 12,5 kilómetros con numerosas curvas, una plataforma estrecha, sin arcén y sin cunetas en la mayor parte de su recorrido. Los vecinos están "acostumbrados" a sus características. José Peláez, con un negocio de turismo rural en Canero, asegura que hoy en día es utilizada por personas de la zona o turistas que desean disfrutar del paisaje. "En ese sentido, la siniestralidad se redujo porque los primeros conocemos bien los tramos y los segundos circulan despacio disfrutando de lo que ven", indica.

La misma opinión tiene Iñaki Rodríguez, gerente del restaurante del camping de Artedo. "La gente ya dejó de quejarse. La alternativa para los que no quieran ir por "la vieja" es la autovía. Los que vivimos aquí desde hace años conocemos la carretera y sus puntos negros", añade.

Para conocer su peligrosidad basta con observar la señalización: se advierte de estrechamientos de vía, de curvas pronunciadas, de potencial presencia de ganado y de puentes donde hay que ceder el paso, es decir, donde no es posible que se crucen dos vehículos. En algunos tramos, la recomendación de velocidad genérica, 90 kilómetros por hora, se reduce a 60. Otros presentan abundante vegetación en los laterales. "Este tipo de cosas, lo que somos de aquí las tenemos en cuenta", indica el hostelero de Cudillero. El principal problema que encuentra Iñaki Rodríguez es que muchos turistas se confunden de vía. "Para ir a Navia, en Muros de Nalón el GPS les desvía por la carretera nacional, con todo el peligro que conlleva", destaca.

El tramo es escenario de varios accidentes a lo largo del año. Iñaki Rodríguez presenció uno mortal hace cinco años en Artedo. El último, que no tuvo consecuencias graves, se produjo cerca del desvío de San Cristóbal el pasado 16 de septiembre.

El otro tramo en la picota es el citado de El Espín-Serantes, de 23,8 kilómetros. La autovía se ha llevado gran parte de los vehículos. Es por ello que los conductores consultados, al igual que los del otro tramo, no consideran que sea tan peligroso para estar en la lista de la DGT.

Es lo que señala, por ejemplo, José Manuel Arias, que trabaja como taxista y que suele recorrer esta vía a menudo, sobre todo para acceder a los numerosos pueblos de la rasa costera. "No la veo más peligrosa que otras carreteras, la verdad", opina Arias. "El peligro, muchas veces lo hacemos los conductores, no la carretera".

En la misma línea se manifiesta José Nava Fernández, camionero, que usa más la autovía que la carretera (no se permite el paso de camiones por Navia). "Hay carreteras mejores y hay carreteras peores, no la veo especial en ese sentido", reflexiona este camionero, que dice que no la considera "tan peligrosa", porque el asfalto está en buenas condiciones. Eso sí, señala que se han añadido puntos conflictivos, como pueden ser las rotondas.

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