Dice Antonio Parra que un periodista con vocación de escritor nunca se jubila. El segoviano acaba de publicar el libro "Corresponsal en Londres", una obra lleva de vivencias y también de ficción que tardó solo tres meses en escribir. "Cuando tienes tiempo y te gusta escribir, sale pronto", confiesa, risueño, este hombre, que tiene en El Rellayo (Cudillero), donde está la casa de su esposa, su rincón de escritura. Parra se inició en el periodismo en LA NUEVA ESPAÑA. Era un joven de 23 años que, tras estudiar Filología inglesa, se decantó por la escuela de periodismo y por la prensa escrita. "Me apasionaba".

El mundo del reporterismo le llevó a Londres y a Nueva York, donde tuvo la oportunidad de aprender una profesión por aquel entonces siempre controvertida. "Recuerdo cuando Manuel Fraga me echó de un encuentro con periodistas en la embajada de España en Londres por preguntar por Gibraltar. Me dijo: '¡Eso dejémelo a mí!'", recuerda. También tiene presente el día en el que se libró de la muerte por un disparo. Ocurrió en Belfast. El flash de la cámara alertó al ejército, que trató de defenderse "de la persona equivocada. Levanté las manos y dije: 'soy solo un periodista'. Sobreviví". Ese recuerdo le acompañó durante muchas noches, pero no le impidió volver a primera línea. Estuvo en batallas políticas que entonces, en una España en dictadura, tenían mas interés.

Ahora echa de menos el periodismo "de calle". "No vale estar sentado en una silla. Hay que salir, hablar, verse con la gente", dice. También critica a los que considera "pseudoperiodistas" y a los formatos "que siempre apuestan por los mismos tertulianos y las mismas opiniones".

Antonio Parra cree también que falta vocabulario en una sociedad que vive cada vez más deprisa y muy presionada por la inmediatez. En su libro, el segundo que publica (antes vio la luz "Seminario vacío"), refleja "cómo se hacía antes el periodismo". Este segoviano de 72 años tiene presente que si se quiere escribir bien no se puede dejar de leer y que todo periodista debe "contar siempre una historia y destacar lo positivo". Ahora trabaja en una obra sobre el Lazarillo de Tormes en su casa cudillerense.