El paisaje de Salas a la altura de Cornellana empieza a cambiar. La construcción del viaducto de la A-63 que cruza el río Narcea avanza a buen ritmo y, si no fallan las previsiones, el tramo en el que se incluye (Doriga-Cornellana) estará en funcionamiento en junio de 2017. Esa es la fecha prevista de apertura de estos 2,3 kilómetros de vía de alta capacidad, según indicaron ayer fuentes municipales que, a su vez, están informadas por el Ministerio de Fomento.

El tramo es uno de los más esperados por los vecinos de Cornellana, Salas y La Espina. Un vez en funcionamiento, Oviedo y Cornellana quedarán unidas por autovía. De este modo, se evitará el engorroso cruce que hoy por hoy es la única salida al centro de Asturias y que comunica las carreteras en dirección a Grado, La Espina, Soto del Barco y Belmonte de Miranda.

El Alcalde de Salas, Sergio Hidalgo, de Foro, opina que la autovía "traerá más riqueza e inversión. Por esta razón, cuanto antes llegue, mejor", señala el regidor. Los trabajos de los tramos Doriga-Cornellana y Cornellana-Salas se pararon en 2010 por reajustes presupuestarios y se retomaron en 2015. Ese año fueron muchos los escépticos, porque las inversiones, en principio tímidas, coincidían con año electoral. Los presupuestos de 2016 prevén una inversión en este tramo de 6,9 millones, a los que habría que añadir 6,8 millones del tramo Cornellana-Salas, que se encuentra más retrasado que el primero. Queda por conocer la asignación de 2017.

El vicepresidente de la asociación de empresarios del polígono de La Espina, Alberto García, asegura que "solo con buenas comunicaciones podremos ser competitivos. Si la mercancía puede llegar y salir con menos gasto en tiempo y en combustible todos ganamos", indica. En la actualidad, la veintena de empresarios asentados en el polígono tienen que utilizar carreteras nacionales para llegar a Doriga, punto donde empieza la autovía hacia Oviedo. "Hoy por hoy, la salida al centro y a la Meseta es tediosa y costosa", añade García.

La futura autovía, que comunicará Doriga con La Espina, evitará el tránsito por una carretera con muchas curvas y con numerosas limitaciones de velocidad por discurrir por núcleos poblacionales. Queda por determinar si se hará y en qué plazos el tramo que une La Espina con Canero, en Valdés, una vía muy esperada por los vecinos de la zona.