La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, celebró hace unos meses un pleno juvenil. En él, Kevin Castillo y sus compañeros presentaron a la mandataria medidas para su barrio, San Cristóbal, en el distrito de Villaverde. "Solicitamos la rehabilitación de varios espacios, más zonas deportivas, más limpieza en las calles y un mejor cuidado de los árboles", recuerda Castillo, que forma parte de la red nacional de participación juvenil Creando Futuro. Como ésta, otras muchas propuestas fueron puestas en común en Navia, en el encuentro nacional de la red con más de un centenar de participantes.

El grupo de Kevin Castillo ya se encuentra en la tercera fase del proceso, y proyectan crear una asociación juvenil para mejorar la vida en su entorno. "Además, hemos colaborado con la asociación de vecinos en eventos como las cabalgatas, y en todo tipo de actividades. Queremos mover a los jóvenes", asegura este madrileño, que cree que los adolescentes tienen "muchas barreras" para ser escuchados, y que sus ideas deberían tener más peso. "Al fin y al cabo, somos el futuro", dice.

Mediante actividades de impulso de la participación, talleres colectivos y actividades de ocio, los participantes en el encuentro aprovecharon cada minuto que estuvieron en Navia. La nave municipal del puerto sirvió de centro neurálgico de la convención.

Ayer, domingo, tocaba mostrar ante los compañeros las propuestas con las que se trabajará a partir de ahora. "Nosotros pretendemos elaborar bocadillos y distribuirlos entre los más desfavorecidos, promover un intercambio de libros y mostrar a través del teatro las dificultades a las que se enfrentan las personas con discapacidad", señala Miguel Ángel Escudero, llegado desde Coria del Río (Sevilla). Subraya que el objetivo es "mejorar las condiciones en que viven nuestros vecinos", y lamenta que entre los jóvenes haya un déficit de participación que frena en muchos casos estos avances.

Para Virginia Cepas, de La Caracola de Avilés, "participar es una forma de pasártelo bien, de conocer cosas del entorno y de colaborar con otras asociaciones". "Si queremos cambiar cómo está el mundo, tenemos que participar. Estando sentados en casa no vamos a hacer nada", reflexiona.

El encuentro estuvo organizado por la Fundación Edes, y fue el primero de estas características que se celebró en el Occidente, y el segundo en Asturias. Según los monitores, en la región hay un gran interés por parte de los adolescentes en este tipo de iniciativas. "Son muy activos y están muy implicados, tienen muchas ganas de ayudar", asegura Candela Guerrero, de La Caracola.