Los técnicos de Sanidad Vegetal repartieron ayer alrededor de 150 trampas de polilla entre los vecinos afectados de Castropol, Vegadeo y San Tirso de Abres. Estos dispositivos deben colocarse en los lugares donde se almacena la patata y el objetivo es capturar el mayor número posible de polillas. El funcionamiento es muy sencillo: en las trampas se coloca una feromona encargada de atraer a los insectos machos que, una vez se acercan, caen al agua con jabón que se coloca en el cubo que sirve de base de la trampa. En la imagen, el jefe de Sanidad Vegetal, Máximo Braña, ayer, explicando a los vecinos de Lourido (San Tirso de Abres) el funcionamiento de estas trampas.