Ya nadie pasará por alto que los pequeños montículos que presenta la sierra de Penouta, en Boal, son en realidad vestigios arqueológicos con seis mil años de antigüedad. Nadie podrá alegar, a partir de ahora, que no ha sabido identificar las necrópolis tumularias que servían de lugar de enterramiento para los antiguos moradores de la comarca. Todo ello queda perfectamente recogido en los paneles identificadores y señales financiados por el movimiento asociativo y vecinal de Boal, y que ayer fueron inaugurados en el recién instaurado Parque de Penouta.

La chispa de este proyecto se encendió hace unos dos años, cuando se procedió a limpiar y adecentar las estructuras tumularias bajo la supervisión del arqueólogo Ángel Villa. De ahí surgió la idea de estudiar, identificar y señalizar estas formaciones, utilizadas como lugares de enterramiento en la época del Neolítico.

"Son unas estructuras tumulares con seis mil años de antigüedad. Su función era la de tumbas. Las grandes piedras se cubría de tierra, dando forma a una semiesfera de varios metros de altura. Servían también de marcadores territoriales", explica Pablo Pérez, profesor en el colegio Carlos Bousoño de Boal, y guía durante esta primera visita. "No es habitual encontrar restos tan antiguos en este estado de conservación. Es importante dejar constancia de lo que tenemos aquí, y que las generaciones venideras sepan cómo vivieron sus antepasados", añade Pérez.

Uno de los promotores de la iniciativa es Fernando Rodríguez, presidente del colectivo de hostelería "Destino Boal". Incide en que se han colocado dos grandes paneles informativos, "en lo que se muestran todos los recursos que han en el entorno". Rodríguez espera que este tipo de acciones mejoren las expectativas turísticas del concejo: "Ahora ya hay algo más que ver en Boal", afirma.

"Son tantos los atractivos que se encuentran aquí reunidos que hemos convenido en llamarlo Parque de Penouta, una gran extensión que incluye al Penedo Aballón, las áreas recreativas, los miradores y las necrópolis tumular, todo en conjunto", explica Gloria López, coordinadora del movimiento asociativo, que subraya que en un mismo espacio se dan la mano "historia, naturaleza y tradición".